Un mes para la "Plantà": Borja Llorens, artista fallero, abre las puertas de su taller y explica cómo hacer una falla


Un trabajo que nace de una idea plasmada en un boceto
Una profesión autóctona, de la tierra valenciana, que dan a conocer en la semana fallera con los trabajos terminados
Valencia ya huele a fallas y, a un mes de la tradicional “Plantà”, los artistas falleros ultiman los detalles de las fallas que verán la luz esta semana fallera en la capital del Turia. Pero ¿conoces el proceso y los materiales que son necesarios para hacer una falla?
Desde NIUS nos hemos puesto en contacto con Borja Llorens, artista en Valencia de fallas infantiles, y nos ha abierto las puertas de su taller para que todos los lectores puedan descubrir el trabajo que hay detrás de una falla.
Los talleres de los artistas falleros son espacios de arte y creatividad. El espacio de trabajo de estos profesionales, que empiezan a idear, casi con un año de antelación, las fallas que se plantarán en el mes de marzo.
Cómo hacer una falla
Unas ideas que vuelcan, como primer paso, en forma de dibujo, lo que en Valencia se conoce como boceto. “Lo principal es la idea, el poder sacarla de la cabeza”, destaca Borja.
Una vez que este boceto está ya terminado, el artista se pone “manos a la obra”. Como segundo paso, Borja Llorens nos explica que se maqueta la falla en tamaño pequeño “para hacerte a una idea, después ya lo trasladas al tamaño real”.
Seguidamente, con corcho, y la ayuda de un cúter o “un cuchillo jamonero”, expresa Borja, se comienza a dar forma, a moldear y configurar los ninots de la falla. Todos estos corchos están perfectamente organizados, clasificados y numerados por grupos o escenas.
“El siguiente paso es hacerle un esqueleto de madera para que se mantenga en pie el ninot y no se caiga”, nos aclara el artista. Evidentemente, si pensamos en las características del corcho, por sí solo carece del peso suficiente para aguantar sin moverse, caer o que el viento y la lluvia puedan hacer de las suyas. Por esta razón, la falla se refuerza.
Una vez tenemos los ninots sobre un esqueleto de madera, “hay que empapelarlos y hacer lo que nosotros llamamos “el preparado”. Consiste en darle a los ninots, tres capas de gotelé”, explica Borja.
Tras el secado, el paso final es darle vida a la falla con la pintura, con el uso de los pinceles y pistolas de aire. “Colorear” la falla supone dar por finalizado el proyecto, aunque faltarían algunos pequeños detalles para pulir y dar brillo a la falla.
Un trabajo de la tierra
En definitiva, un trabajo muy laborioso, con muchos meses de dedicación, autóctono, de la tierra valenciana, pero conocido en el mundo entero. Una labor que los falleros valoran y que quieren dar a conocer cada año con la llegada de la semana fallera. Los artistas se emplean durante todo un año para ofrecer al mundo, en las calles de Valencia, el museo en exterior más grande del planeta.