La moda del pádel acaba con la vida de miles de aves: "El daño para el medioambiente es enorme"


Las aves mueren tras impactar en pleno vuelo con las paredes de cristal de las pistas
Solo en las 600 pistas municipales de la Comunidad Valenciana se estima que mueren 75.000 aves al año
La cifra de muertes es similar a la que se produce por electrocuciones
"Las pistas de pádel son cementerios de aves", así de contundente se muestra Antonio Castillo, miembro de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (ADENSVA), ante las miles de muertes de aves que se producen anualmente al impactar en pleno vuelo con las trasparentes paredes de cristal que rodean las pistas de pádel que existen en nuestro país.
En un estudio que realizaron durante el confinamiento, los responsables de la organización han calculado que solo en las 600 pistas municipales que existen en la Comunidad Valenciana mueren cada año 75.000 aves.
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"Esto es perfectamente extrapolable a nivel nacional y no hemos podido incluir las miles de pistas de pádel privadas que existen en polideportivos o urbanizaciones, con lo que el daño que suponen estas instalaciones para el medioambiente y la biodiversidad es enorme", señala Castillo, que explica que "en el estudio no hemos podido incluir los miles de ejemplares que sufren lesiones cervicales como consecuencia del impacto y que fallecen días más tarde, o los polluelos que mueren en los nidos tras los accidentes que sufren sus progenitores. Además de aquellos que se comen los gatos tras los impactos o los que retiran los propios jugadores o los servicios de limpieza".
Las soluciones no llegan
Las conclusiones de este estudio las presentaron el pasado año a la Generalitat Valenciana para tratar de buscar una solución.
La propuesta de la administración para acabar con este problema fue la campaña "Redes que salvan aves", presentada el pasado mes de noviembre. "Consiste en colocar unas redes parecidas a las de las porterías de fútbol para señalizar las paredes de cristal. Es una buena iniciativa, que tiene un coste de unos 300 euros por pista, pero es voluntaria y de momento ningún ayuntamiento las ha colocado", lamenta Castillo.
El abanico de especies afectadas es muy amplio: fringílidos, aves insectívoras e incluso rapaces son víctimas de la moda del cristal. "Estamos ante una causa de pérdida de biodiversidad gravísima ante la que tienen que actuar las administraciones como señalan ley 26/2007 de Responsabilidad Medioambiental, que se puede aplicar en las pistas ubicadas en centros deportivos privados, o la ley de 42/2007 de Patrimonio y Biodiversidad para las instalaciones municipales y privadas particulares".
300.000 aves electrocutadas al año
Según el Libro Blanco de la Electrocución en España, las asociaciones conservacionistas estiman que entre 193.000 y 337.000 aves mueren al año electrocutadas en nuestro país.
La mayoría son aves rapaces y algunas especies en peligro de extinción como águilas o milanos.
"Las cifras a nivel nacional deben de ser similares de aves que mueren por electrocución y por las pistas de pádel. Es una auténtica barbaridad que está dejando sin aves los espacios naturales y los entornos urbanos y que está afectando a la cadena atrófica, dañando el equilibrio del medio natural", advierte Castillo.