Muere Kairo, el macho de beluga de más de 60 años del Oceanogràfic de Valencia

El Oceanogràfic de Valencia ha lamentado la muerte de Kairo, padre de Kylu, por causas que aún se desconocen
Kairo llegó hace 20 años desde Argentina y recientemente había mostrado síntomas propios de su avanzada edad
Las belugas son objeto de estudio en el acuario valenciano por la importancia de los sonidos que emiten
El Oceanogràfic de València ha lamentado esta madrugada el fallecimiento de Kairo, macho de beluga de más de 60 años que vivía en el complejo de las Artes y las Ciencias al que llegó hace 20 años procedente del acuario del Mar de Plata de Argentina.
Padre de Kylu, ha gozado durante estos años de muy buena salud y de los máximos cuidados y calidad de vida hasta el último día. Aunque recientemente había mostrado algunos síntomas ya propios de un ejemplar de tan avanzada edad, según explica la institución.
A principios de abril, también falleció la foca gris que fue rescatada de la costa murciana a finales de marzo, después de haberla avistado en varios puntos. Como también informó en su día la Fundación, el ejemplar murió al sufrir una crisis convulsiva.
Un regalo para millones de personas
Volviendo a Kairo, en este tiempo, el equipo de profesionales se ha volcado en su bienestar, llevando a cabo todos los procedimientos veterinarios y ejecutando las pruebas médicas pertinentes para conocer y monitorizar a fondo su estado.
Nos entristece comunicar que esta madrugada ha muerto Kairo, el papá beluga de 60 años del Oceanogràfic de València.https://t.co/B2odSBc6Rj
— Oceanogràfic València (@Oceanografic_vl) 26 de abril de 2022
Durante este martes se llevará a cabo la necropsia en la Universidad CEU - Cardenal Herrera que permitirá conocer con más detalle las causas de su muerte. Desde el acuario destacan que tenerlo en sus instalaciones ha supuesto un regalo para los millones de personas que visitan el Oceanogràfic.
Han podido contemplar de cerca una especie muy emblemática y majestuosa, que habita en el Ártico, y también han conocido su problemática.
Paralelamente, investigadores, estudiantes y veterinarios internacionales han podido realizar programas de investigación y conservación que, de otro modo, no se podrían haber ejecutado en mar abierto.