La recuperación del turismo llega en crucero: Valencia recibirá el doble de pasajeros que en 2019


El puerto de Valencia puede recibir 800.000 pasajeros en 2022 frente a los 435.000 de 2019
El puerto de Alicante pasa de uno a 18 cruceros
Las navieras buscan destinos seguros en el Mediterráneo y lanzan buenas ofertas para atraer a los turistas
Después de dos años marcados por las restricciones, parece que los aficionados a recorrer el mundo a bordo de un crucero tienen ganas de embarcarse de nuevo y las previsiones para los próximos meses en los puertos de Valencia y Alicante superan con creces y llegan casi a doblar los datos registrados antes de la pandemia.
De las 203 escalas y 435.000 pasajeros registrados en 2019, las previsiones del puerto de Valencia para 2022 crecen hasta las 295 escalas y 800.000 pasajeros. Sin duda una muy buena noticia para el turismo valenciano, un sector clave en la economía de la región, y que ha sido uno de los que peor parado ha salido de la crisis social y económica provocada por la Covid-19.
De hecho, un reciente estudio de la Universitat Politècnica de València (UPV) y la Fundación Valenciaport, señala que la ciudad del Turia ha dejado de ingresar 70 millones de euros anuales por la pérdida de la actividad crucerista en estos dos años de pandemia.
Las pérdidas parece que se van a ver compensadas por los excelentes datos que arrojan las previsiones y que también registra el Puerto de Alicante, donde esperan recibir a 65 cruceros y 80.000 pasajeros este año, frente a los 40 cruceros y 68.000 pasajeros de 2019.

Unas cifras que podrían ser aún mejores. "Las previsiones que hemos realizado se han hecho teniendo en cuenta que la capacidad de los cruceros sigue estando limitada al 70% por cuestiones sanitarias, aunque esperemos que estas restricciones se vayan eliminando", señala David Hermoso del Puerto de Alicante.
Circunstancias excepcionales y pasajeras
De cara a la próxima primavera y el otoño, temporada alta del turismo de cruceros, las grandes navieras están incrementando la reserva de escalas en los puertos de la Comunidad Valenciana y de toda la costa española.
Es el caso de MSC, que ha anunciado un aumento de un 2% de las escalas en 15 ciudades españoles, con especial protagonismo del Puerto de Valencia, que pasa de 39 a 49, y sobre todo del Puerto de Alicante, donde atracarán este año 18 cruceros de la naviera, frente al único barco que llegó en 2019.
No obstante, los expertos señalan que estas previsiones están en continua revisión porque varían día a día y advierten que este crecimiento se debe a circunstancias excepcionales que en estos momentos benefician a los puertos valencianos. "Hay que tener en cuenta que hay mercados muy importantes como Brasil o Canadá que todavía están cerrados al viaje de cruceros y eso provoca que aumente la demanda en otras zonas", explica Francesca Antonelli, jefa de cruceros del Puerto de Valencia.
Además las navieras y los propios pasajeros buscan destinos seguros en el Mediterráneo, en un momento en el que la pandemia todavía no está superada. "A esto se une que las compañías están lanzando excelentes ofertas para atraer a los turistas, ofreciendo muchas facilidades para la reserva y la cancelación casi sin coste", afirma Hermoso.
Actividades al aire libre y fuera de la ciudad
La pandemia también ha traído un cambio en los gustos de los cruceristas. Las excursiones al centro de las urbes, con visitas a museos y monumentos, cambian por actividades al aire libre, en muchas ocasiones, fuera de la ciudad. "Siguen existiendo las visitas al Mercado Central o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, pero los pasajeros prefieren evitar espacios cerrados y prefieren ir a pasar el día a la Albufera, hacer la Ruta de los Borgia en Gandía o la ruta del agua en Chulilla, incluso simplemente, dar un paseo en bicicleta por el cauce del río Turia o por la huerta valenciana y acudir a continuación a curso para aprender a hacer paella", asegura Francesca Antonelli.
Sin duda, una buena noticia que evita que todos los visitantes se concentren en las ciudades, con la consiguientes quejas de los vecinos, y que, a la vez, permite que se distribuya el beneficio económico que aporta este tipo de turismo.