Rafa Nadal y Mery (antes Xisca) Perelló: la pareja que huye del postureo en la era de las redes sociales

Rafa Nadal va a contraer matrimonio este sábado 19 de octubre en una lujosa finca de Mallorca, con su novia María Francisca Perelló (conocida como Mery y antes como Xisca por la prensa). Después de 14 años de noviazgo, la pareja formalizará su relación en una ceremonia religiosa y con fuertes medidas de seguridad encaminadas a salvaguardar la intimidad de dos chicos que siempre han llevado con discreción su noviazgo.

Después de tantos años juntos, la boda parecía inevitable. Y todo hace pensar que nada se puede torcer tras el enlace. Por todos es sabido que se conocieron gracias a la amistad que une a Mery con la hermana del tenista, con la que compartió colegio cuando eran niñas. Pero si en un universo paralelo se hubieran conocido en cualquiera de las redes sociales que existen para buscar pareja, hay varios datos que indican que la cosa habría terminado igualmente en match.

En 2005, año en el que iniciaron su relación, Rafa Nadal lucía melena y pelazo. Y como en estas aplicaciones se suele sacar pecho y presumir de los logros, seguramente su foto de perfil hubiera sido alguna correspondiente a las victorias que lograba en la pista.

Ahora el tenista manacorí tiene menos pelo, pero que nadie piense que Mery Perelló ha sido su única novia porque no haya tenido pretendientas. De hecho, uno de los momentos más divertidos de su carrera fue cuando le llegaron a pedir matrimonio en pleno partido del US Open. El tenista se ruborizó en la pista, pero ni por esas su relación corrió ningún peligro.

Poco después de iniciar su relación sentimental, Mery empezó sus prácticas para Mapfre, empresa vinculada al tenista por sus compromisos publicitarios. Y con el tiempo pasó a ejercer las funciones de directora de la Integración Social de la Fundación Nadal. Además, ella acompaña a Nadal en las grandes citas de los torneos.

Pero en su caso, trabajar juntos no ha supuesto un problema. Primero porque han sabido darse espacio. Y segundo, porque los dos son reacios a vender su relación en redes sociales con gestos como los que sí han tenido otros, como el tenista Novak Djokovic, que comunicó en Twitter que había pedido matrimonio a su pareja.

La corrección de ambos siempre ha sido alabada por la opinión pública. Nadal siempre ha encabezado las cuestionables listas de yernos perfectos. Y Mery responde al perfil de una mujer comedida y centrada que incluso carece de redes sociales.

Como manda la tradición, la boda conlleva una despedida de solter@ previa al enlace. Esta semana se ha conocido que cada uno ha tenido la suya durante el pasado fin de semana en Mallorca. Diferentes medios aseguran que ella se juntó con sus amigas (entre las que se encontraba la hermana de su prometido) en una zona de marcha de Palma. Mientras, el tenista disfrutaba de una fiesta en una discoteca en la que no faltó el reguetón. Como tampoco faltaron los selfis con algún miembro del equipo de relaciones públicas del local y otros clientes de la discoteca.

No ha trascendido si la cosa se desmadró en alguna de las dos despedidas, pero todo hace pensar que todo estuvo en orden. Y es que a ninguno de ellos se le asocia ningún escándalo (amoroso o no) desde que son novios. En el caso del tenista, sólo se recuerda un desliz en Twitter, cuando escribió un mensaje ilegible que hizo pensar a algunos que se había pasado con el alcohol. Pero en realidad todo respondía a una campaña publicitaria.

Los invitados a la boda tendrán prohibido el uso de teléfonos móviles. Pero que a nadie le extrañe que este mismo sábado se filtren algunas fotos de la pareja durante la ceremonia o el convite. Eso sí, parece imposible que sean los propios novios los que promuevan el salseo. Porque es algo de lo que se alejan Rafa Nadal y Mery Perelló desde que se conocieron.