Cargas policiales en Hong Kong durante el aniversario de la entrega a China

Miles de personas han vuelto a salir a las calles de Hong Kong para protestar contra las autoridades del régimen chino, justo cuando se celebran los 22 años de la entrega de la soberanía de la ciudad a Pekín por parte del Reino Unido.

La policía antidisturbios ha cargado en varias ocasiones y ha lanzado gases lacrimógenos, pero no ha podido evitar que decenas de personas hayan intentado forzar la entrada a la sede del Consejo Legislativo, el órgano de gobierno de las autoridades fieles a Pekín.

El aniversario se esperaba tenso por el conflicto abierno por la aprobación de una ley de extradición que iba a permitir deportar a los disidentes para ser juzgados en la China continental. Ese proyecto ha sido suspendido, pero los manifestantes desconfían y van a mantener el pulso para conseguir la dimisión de la gobernadora de la ciudad, Carrie Lam.

Los activistas están protegiéndose con paraguas, el objeto que se ha convertido en el símbolo de estas protestas, de los gases lacrimógenos. En otro gesto símbolico han enterrado entre los adoquines un peluche de Winnie the Pooh, un personaje infantil con quien se compara al líder comunista Xi Jinping.

El asalto al edificio gubernamental es un síntoma del grado de tensión que alcanza la protesta y divide a los activistas en favor de la democracia. Algunos de ellos han intentado evitar que se destrozaran las puertas de la entrada, sin éxito.