La NASA reconstruye la sala de control de las misiones Apollo

Desde estas dependencias se monitorizaron misiones hasta 1992
En 1985, esta sala de control fue declarada Hito Histórico Nacional
La restauración ha durado siete años y ha costado 5 millones de dólares
El 16 de julio de 1969, a las 13.32 horas (hora local), el cohete Saturno V se elevaba desde la plataforma LC-39A de Cabo Kennedy (Florida) impulsando al espacio el Apollo XI. Esa misión marcaría un hito en la historia de la humanidad. Cuatro días después, el 20 de julio, aquella misión oficialmente conocida como As-506, alcanzaría su objetivo: el Mar de la Tranquilidad de la Luna. Tras seis horas de espera, Neil Armstrong dejaría su huella indeleble sobre nuestro satélite.

El día 24 de julio, Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins regresaron a la tierra tras un plácido amerizaje en el Pacífico.
Toda esta misión fue guiada y monitorizada desde la sala de control del Jonhnson Space Center de Houston (Texas), unas instalaciones que en 1985 fueron declaradas Hito Histórico Nacional y que 50 años después se han restaurado para recuperar su aspecto original.
“Restaurando la Sala de Control de la Misión Apollo, la NASA preserva una parte destacada de la historia los vuelos espaciales”, opina el responsable del proyecto de restauración Jim Thronton. “Esto no sólo contribuye a compartir nuestra historia con nuestros visitantes. También anima a nuestros empleados que planifican ahora enviar hombres a Marte”.
En esa sala se entrenaron, planificaron y ejecutaron hasta 1992 las misiones Geminis, Apollo, Apollo/Soyuz, SKylab y Space Shuttle. En 2018, fue rebautizada como Centro de Control Christopher C.Kraft Jr. en honor del ingeniero que desarrolló el proyecto original.

Restaurarla no ha sido fácil. Se tardó cinco años en recaudar los 5 millones de dólares necesarios. De eso se encargó la Fundación Manned Space Flight Education. Una aportación clave fue la de la ciudad tejana de Webster, que contribuyó con 3,5 millones de dólares. En todo el proceso hubo que sortear una dificultad legal, porque nunca hasta entonces se habían autorizado aportaciones privadas para restaurar dependencias de una agencia pública.
Una vez conseguidos los fondos, el proceso de restauración comenzó en 2017. Con la ayuda de miembros de los equipos profesionales que trabajaron en el centro de control, se recuperaron y restauraron piezas originales, como las consolas. Otras fueron recreadas, desde las moquetas, hasta las tazas, el vestuario de los funcionarios o las bandejas.

El nuevo centro pretende ser un acicate para futuras generaciones, según el director del Houston Space Center Mark Geyer. “Nuestro objetivo ahora es regresar a la Luna para quedarnos. Me entusiasma que estas instalaciones abran para que el público las vea. Creo que servirá de inspiración”.

El Houston Space Center recibe más de un millón de visitantes al año.