Abren la tumba del líder nazi Reinhard Heydrich en Berlín

Heydrich fue uno de los impulsores del exterminio judío en Europa
La policía alemana investiga quién ha profanado la tumba del que fuera alto mando las SS Reinhard Heydrich. El pasado jueves un empleado del cementerio descubrió que habían removido la tierra que cubre los restos del dirigente nazi asesinado por la resistencia checa en 1942. Según informa la BBC, citando fuentes policiales, no ha desparecido ningún hueso del cadáver.
La tumba de Heydrich, que se encuentra en el cementerio de los Inválidos de Berlín, no tiene ninguna marca exterior con su nombre. Después de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas de ocupación aliadas decretaron que los lugares de enterramiento de los líderes más prominentes del nazismo no tuvieran ninguna identificación para evitar que se convirtieron en lugares de culto. Quien quiera que haya abierto la sepultura debía tener información privilegiada sobre el ocupante de la fosa anónima. En Alemania, como en España, profanar una tumba se considera delito.
Según la policía alemana, no ha desaparecido ningún hueso de la tumba de Heydrich.
En el año 2000 se dio un incidente similar en el cementerio Nikolai de Berlín. Un grupo de extrema izquierda profanó la que creían que era la tumba de Horst Wessel, un activista de los 'camisas pardas' (SA) asesinado por milicianos comunistas en 1930. La maquinaria de propaganda de Joseph Goebbles lo elevó a la categoría de mártir y una canción escrita por él devino himno del Nacional-Socialismo. El grupo que abrió la sepultura de Wessel aseguró que se había llevado su cráneo para lanzarlo al río Spree, pero la policía de Berlín les desminitió: la tumba no era la de Horst Wessel sino la de su padre y nadie había removido un hueso.
Heydrich se ganó el apodo de 'Carnicero de Praga' por su represión de la resistencia checa.
Reinhard Heydrich fue una figura clave en el inicio de la operación de exterminio judío. Presidió la trístemente célebre Conferencia de Wansee; la reunión en la casa del lago del mismo nombre a las afueras de Berlín donde, en enero de 1942, altos dirigentes de la administración alemana planificaron la llamada 'Solución Final', el eufemismo que aplicaron los nazis al genocidio judío.
Además de dirigir la Oficina Central de la Seguridad del Reich a las órdenes del líder de las SS, Heinrich Himmler, Reynard Heydrich fue enviado a Praga como Reichsprotektor de Bohemia y Moravia Reichsprotektorcon la misión de aplastar los conatos de resistencia en las provincias checas ocupadas por Hitler en marzo de 1939. Desde el Castillo de Praga, Heydrich diezmó a la resistencia y aumentó la fabricación de material militar. Ordenó la ejecución de cerca de 500 checos, envió a otros 2.100 a campos de concentración y se ganó a pulso el apodo de “Carnicero de Praga”.
A finales de 1941, los británicos enviaron un comando paracaidista checo para atentar contra el sangriento protector de Bohemia y Moravia. Les llevó cinco meses la planificación del ataque -denominado 'Operación Antropoide'. El reinado de terror de Heydrich y su muerte a manos de partisanos se recrea en un buen número de películas y novelas. La más reciente -traducida al español- está escrita por del francés Laurent Binet y lleva por título 'HHhH', acrónimo de 'Himmlers Hirn heißt Heydrich' ('El cerebro de Himmler se llama Heydrich', una frase que, dicen, circulaba por la Alemania nazi).
El 27 de mayo de 1942 tres miembros del comando se apostaron en una curva de la carretera por la que pasaba regularmente Heydrich en el camino de su residencia al Castillo de Praga. Eran las 10:30 de la mañana -con media hora de retraso que puso nerviosos a los miembros del comando-, cuando apareció el Mercedes verde y descapotable del líder nazi sin ningún vehículo de escolta. Al frenar para tomar la curva, uno de los atacantes, Josef Gabcik intentó disparar pero se le encasquilló la ametralladora. Fue su compañero, Jan Kubis, quien lanzó una granada que provocó a Heydrich las heridas que derivaron en una septiciemia y su muerte ocho días después del atentado. Los miembros del comando lograron huir.
Reinhard Heydrich fue el más alto dirigente nazi asesinado en un atentado.
La represalia de los nazis se cebó con el pequeño pueblo de Lídice. Sospechaban erróneamente que sus vecinos habían dado cobertura al comando. El 7 de junio arrasaron el pueblo, fusilaron a 192 hombres (en la foto) y deportaron a más de 200 mujeres al campo de concentración de Ravensbrück.

Los miembros del comando -delatados por un compañero a cambio de dos millones de marcos- se refugiaron en la cripta de la iglesia de San Cirilo y San Metodio. Rodeados por 800 soldados del ejército y de las SS, resistieron siete horas antes de morir. Sobrevivieron solo 22 días a Heydrich. Los visitantes de Praga aún pueden ver las marcas de los balazos en los muros de la iglesia. El traidor, Karel Curda, fue ahorcado en Praga después de la guerra.
Heydrich fue el más alto dirigente nazi asesinado en un atentado. Tenía 38 años. En su honor, los perpetradores del exterminio bautizaron con el nombre en código de 'Aktion Reinhard' la operación de aniquilación en masa de los judíos de Polonia.