Trump acaricia la idea de un "Partido Patriótico" mientras hoy comienza su segundo impeachment

El partido republicano dividido entre las bases y el establishment, mientras los demócratas esperan conseguir 17 senadores para su causa
División entre los jueces sobre si es Constitucional o no juzgar políticamente al expresidente cuando ya no está en la Casa Blanca
Donald Trump, expresidente de Estados Unidos ya está en su casa de Mar-a -Lago en Florida con parte de su familia y de los colabores más cercanos. Prepara desde el viernes su defensa en el Senado para la imputación en un segundo juicio político. Este lunes el Senado aprueba la fecha y el único cargo del que se le acusa al expresidente en un mero trámite.
A diferencia del último impeachment, que ganó por ausencia de pruebas y falta de votos, los demócratas tienen mayoría en el Congreso y en Senado de Estados Unidos. Quien "juzga" es el Senado, y los demócratas deberán convencer a 17 senadores republicanos porque la mayoría no es suficiente para declararle culpable.
Trump pasará a la Historia como el único Presidente de Estados Unidos con dos juicios políticos a sus espaldas.
El proceso comenzará la primera semana de febrero, aunque no está claro si es Constitucional o no juzgar a un presidente políticamente cuando está fuera de la Casa Blanca y no ejerce su cargo. La batalla legal será larga, para empezar porque nunca se ha llevado a cabo un juicio político en estas condiciones. Los demócratas buscan inhabilitar a Trump para impedir que se pueda volver a presentar a cargo público, mientras que los republicanos están divididos. Los demócratas, además, buscan ahondar en las diferencias republicanas para que el partido de la oposición no recupere congresistas ni senadores en las elecciones de medio término dentro de dos años.
Divisiones republicanas
Y este domingo las divisiones republicanas sobre el segundo juicio político de Donald Trump se han visto más claramente, con el expresidente planteando su defensa y qué hacer con sus millones de seguidores. ¿Puede Trump hacerse un Nixon? Esa es la pregunta que sobrevuela en Estados Unidos tras conseguir 74 millones de votos en las elecciones de noviembre de 2020.
De momento los rumores de su entorno es la posibilidad de crear un "tercer partido" a lo Perot, un Partido patriótico que evidentemente acabaría con las esperanzas de los republicanos "pata negra" de recuperar la Casa Blanca en 2024.
Esta noche, los demócratas enviarán el único cargo de juicio político al Senado para su lectura. La acusación alega incitación a la insurrección, en relación con el motín del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos que dejó cinco muertos, cuatro seguidores de Trump, incluido un oficial de policía.
El New York Times ha publicado, citando fuentes "familiarizadas con su estrategia", que Trump no cree buena idea crear un nuevo partido existiendo la posibilidad de las primarias. Para Marco Rubio, el senador republicano por Florida "ya tenemos un fuego en este país y juzgar al expresidente es cómo sacar gasolina y echarla encima del fuego".
Entre los más fieles a Trump, Sarah Huckabee, quien fuera portavoz de la Casa Blanca e hija de otro aspirante a la Presidencia de Estados Unidos por el partido republicano ha anunciado que se presenta como candidata por los republicanos para la candidatura de gobernadora de Arkansas. Será la primera prueba de fuego para Trump, en un estado que domina la mujer del fallecido John MacCain y que fue clave para que Trump perdiese el estado en las presidenciales de noviembre.
Donald Trump's former White House press secretary @SarahHuckabee plans to seek the Republican nomination for governor of Arkansas in the November 2022 election https://t.co/yTnvcuHLgO pic.twitter.com/YhJtyxIOQb
— Reuters (@Reuters) January 25, 2021
Pero Trump no perdona a quienes a su juicio le han traicionado, entre ellos Liz Cheney, la republicana número 3 de la Cámara e hija de Dick Cheney, el gobernador de Georgia Brian Kemp y otros altos cargos que se negaron a aceptar como verdaderas las afirmaciones de fraude electoral. Entre los enemigos de Trump también está Mitt Romney, el senador de Utah, ex candidato presidencial y feroz crítico de Trump y que fue el único republicano que votó a favor de la acusación en su primer juicio el año pasado. Según Romney "Trump ha exhibido un "patrón continuo" para intentar corromper las elecciones".