Nervios ante la ofensiva diplomática de Turquía en Libia

Libia podría convertirse en un escenario de tensiones diplomáticas entre Turquía, el Magreb, Rusia y la OTAN.
Erdogan mantiene su ofensiva diplomática respecto de Libia. En una nueva actuación "sorpresa", el presidente de Turquía ha visitado Túnez con el objetivo de explicar al país sus planes para Libia y, sobre todo el oleoducto que piensa llevar a cabo por el Mediterráneo.
La excusa se llama "alto el fuego en Libia" en donde Ankara ha tomado partido por el gobierno reconocido internacionalmente. El gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) que preside Fayez al-Serraj mantiene una guerra en el territorio contra las fuerzas de Khalifa Haftar en el este de Libia.
Erdogan ha ofrecido a Libia ayuda militar si se la solicitan tras firmar un doble acuerdo a principios de diciembre con el gobierno libio. Junto al Presidente de Túnez, Kais Saied, Erdogan ha insistido en la idea de enviar tropas a Libia, porque " la situación de inestabilidad en el país vecino está impactando negativamente en la zona". Según Erdogan, la reunión sorpresa había versado sobre los "pasos a dar y la forma de cooperar para establecer un alto el fuego en Libia y abrir un proceso político".
Túnez está "receptiva"
El presidente de Turquía ha sido el primer mandatario en visitar Túnez tras las elecciones del pasado mes de septiembre. El sistema político tunecino tiene la particularidad de que el primer ministro controla la mayoría de las áreas políticas, mientras que el presidente está a cargo de asuntos exteriores, defensa y seguridad. Los principales intereses de la política exterior de Túnez han sido tradicionalmente mantener fuertes lazos con sus dos vecinos mucho más grandes, Argelia y Libia.
La visita ha pillado por sorpresa tanto a los aliados de la OTAN como a Rusia. Los primeros preocupados por la expansión de Turquía con el pretexto de mantenerse seguro frente al terrorismo. Rusia también ha manifestado su preocupación por el posible despliegue de tropas turcas en Libia. Los rusos apoyan al grupo Wagner, un grupo de contratistas militares privados que apoyan a las milicias de Haftar y que para Erdogan son "mercenarios".
Desde la semana pasada el parlamento turco está trabajando en un proyecto de ley que permita el despliegue de tropas en Libia, aunque ya han enviado suministros militares al GNA a pesar del embargo de armas de las Naciones Unidas. El grupo de Haftar, mientras tanto recibe el apoyo económico y militar de Rusia, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos.
Ofensiva diplomática contra Grecia
Los griegos también están especialmente nerviosos con los pasos de Erdogan y sus intenciones. De hecho, la visita de Erdogan a Túnez se produce con Turquía intensificando los esfuerzos para llegar a acuerdos con naciones de todo el Mediterráneo para trazar unas nuevas fronteras marítimas en el Mediterráneo oriental. Grecia por supuesto se opone. Las nuevas "fronteras" tendrían mucho que ver con los recursos naturales frente a la isla de Chipre. Atenas se indignó por el acuerdo firmado por Turquía y el GNA el mes pasado que trazó las fronteras marítimas en el Mediterráneo oriental y que permitiría la construcción de un nuevo gaseoducto controlado por Turquía.
Grecia asegura que dicho acuerdo viola el derecho internacional, pero Turquía dice que su objetivo es proteger sus derechos en la región y que el acuerdo cumple plenamente con las leyes marítimas.
Grecia y Turquía son socios en la OTAN, institución que no atraviesa su mejor momento.