La agencia europea antifraude investiga a Frontex


Agentes de OLAF allanaron las oficinas de la agencia de fronteras
La agencia europea de fronteras y guardacostas (Frontex) y su director, el francés Fabrice Leggeri, están en el punto de mira de OLAF, la agencia europea anti-fraude. NIUS pudo confirmar la tarde del lunes que OLAF lanzó en diciembre una investigación por fraude y otras supuestas actividades delictivas de Frontex, entre ellas las deportaciones ilegales de migrantes y refugiados.
La oficina de prensa de OLAF confirmó a NIUS la existencia de la investigación pero se negó a dar más detalles de la misma “porque la investigación está en curso”. El recurso de OLAF a no dar detalles se debe, explica, “a la debida protección de la confidencialidad, privacidad de los datos personales y a los subsecuentes procesos legales”.
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Tampoco dará detalles Frontex, que explicó que se trata de un procedimiento normal. No lo es. Agentes de OLAF allanaron en diciembre las oficinas de OLAF en Varsovia y el despacho de su director en busca de pruebas sobre un supuesto fraude y de otras actividades delictivas.
Los investigadores también buscan pruebas para probar si es cierto que desde la dirección de Frontex se acosó incluso a sus empleados. Varios funcionarios abandonaron Frontex en los últimos meses.
Un polémico director
Leggeri es un hombre cada vez más señalado por una mayoría creciente de eurodiputados porque durante años dijo que su agencia no conocía que en aguas griegas se estuviera deportando ilegalmente a refugiados y migrantes o incluso dejándolos a la deriva en alta mar sin pequeñas barcas hinchables sin motor.
Las pruebas publicadas en los últimos meses por el diario estadounidense The New York Times, el semanario alemán Der Spiegel y la televisión pública alemana ARD prueban que Leggeri negó esas deportaciones, que infringían tanto la legislación griega como varias directivas europeas, cuando estaba al corriente de las mismas.
Frontex asegura que coopera completamente con la investigación y que es un procedimiento normal para mejorar la gobernanza, pero una fuente al tanto de la investigación confirmó a NIIUS que se trata expresamente de una investigación por fraude y otras actividades criminales, no de un proceso normal.
[Exclusive] #EU anti-fraud office launches probe into Frontex EUobserver was tipped off about the investigation by an anonymous source, who said Olaf had raided the offices of Frontex director Fabrice Leggeri and his chef de cabinet in early De... https://t.co/8h56iyuZ1E #Europe pic.twitter.com/7flgmHchz7
— EUwatch (@EUwatchers) 11 de enero de 2021
Cada vez más eurodiputados piden la dimisión de Leggeri, un hombre con un perfil público y mediático mucho más potente que el de un simple director de una agencia de la Comisión Europea. Cuando empezaron a publicarse denuncias en medios de comunicación sobre las deportaciones ilegales dijo que haría una investigación interna. La propia Frontex se investigó a sí misma y en apenas dos días dijo que no había nada ilegal.
Malestar en la Comisión Europea
En Bruselas ese simulacro de investigación sentó mal y la comisaria de Interior, la sueca Ylva Johansson, prometió una investigación seria e independiente. Leggeri tuvo que sentarse ante un grupo de eurodiputados que ya tenían incluso imágenes y videos de agentes de Frontex ayudando a patrulleras griegas a deportar inmigrantes y refugiados.
La silla de Leggeri se mueve porque en Bruselas se piensa que intentó barrer bajo la alfombra el escándalo de las deportaciones sin una investigación y porque varios gobiernos, como el danés y el alemán, recibieron denuncias de esas deportaciones ilegales desde sus militares y policías enviados al Egeo a ayudar a Grecia en el control de los flujos migratorios.
Una amplia mayoría del Parlamento Europeo está de acuerdo en investigar a Leggeri y los grupos de izquierda pidieron ya su dimisión. Esta investigación por fraude echa gasolina al fuego.
Leggeri fue nombrado director de Frontex en enero de 2015. Enarca (formado en la Ecole Nationale d’Administration) de París, empezó su carrera funcionarial en 2003 en el Ministerio del Interior francés, donde durante el transcurso de la década se fue especializando en políticas migratorias. También fue segundo de la Embajada francesa en Corea del Sur y estuvo unos años en el Ministerio de Defensa.