Amberes, el colador europeo de la cocaína

El gran puerto belga se ha convertido en puerta de entrada de gran parte de la coca que llega a Europa
Amberes, la bucólica ciudad del norte de Bélgica, tiene una boyante salud económica en parte por los ingresos que genera el puerto de Amberes, segundo de la Unión Europea (UE) por toneladas de mercancías gestionadas tras mover más de 11 millones de contenedores en 2018 según los datos de Eurostat.
Esos masivos movimientos permiten también que Amberes se haya convertido en el colador europeo de la cocaína, su principal punto de entrada a Europa ante la impotencia de las autoridades belgas para frenar ese tráfico.
20 toneladas de cocaína destino Amberes en 2018
Los datos dicen que un programa de Naciones Unidas (Container Control Programme) para mejorar la seguridad de los puertos, permitió interceptar 54 toneladas de cocaína en el mundo en 2018, de las que entre 20 y 22 toneladas tenían como destino el puerto de Amberes y origen en puertos de América Latina. Aproximadamente el 80% de la cocaína que entra por ese puerto va inmediatamente a Holanda, donde es distribuida nacional e internacionalmente.
El último informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías asegura que la disponibilidad de cocaína en Europa sigue subiendo y que el puerto de Amberes es una de las principales puertas de entrada del polvo blanco en Europa. Bart de Weber, alcalde Amberes y líder de la NVA, la primera fuerza política flamenca, ha reconocido varias veces que “el puerto filtra como un colador”.
Bélgica y España son los países donde más cocaína se incauta seguidos muy de lejos por Francia (17,5 toneladas) y Holanda (14,6 toneladas)
Bélgica ya superó a España en toneladas incautadas (45 por 41 en 2018). Son los dos países que más cocaína incautan, seguidos muy de lejos por Francia (17,5 toneladas) y Holanda (14,6 toneladas). El informe dice: “la cocaína entra en Europa por numerosos itinerarios y medios variados pero el crecimiento del tráfico de grandes volúmenes en contenedores de transporte marítimo constituye un desafío”. Las autoridades estiman que sólo se incauta aproximadamente el 10% del tráfico de drogas.
El top cuatro: Amberes, Amsterdam, Bristol y Barcelona
Amberes y Amsterdam, seguidos de lejos por Bristol y Barcelona, son, según ese informe, las ciudades europeas en las que se encuentran más residuos de cocaína en sus aguas residuales. La droga que llega es además de más pureza. Según ese Observatorio europeo, “los niveles estimados de pureza de la cocaína vendida al por menor son los más elevados que se han observado en la década, lo que indica igualmente una disponibilidad mayor de esa droga”.
Bélgica estudia frenar el colador de Amberes poniendo en marcha un proyecto que debería controlar el 100% de los contenedores que entran por ese puerto. Ahora se escanean apenas el 1% porque faltan medios técnicos y suficiente personal. Según contaba el diario económico flamenco ‘De Tijd’ este miércoles, la Administración General de Aduanas belga quiere frenar el tráfico de cocaína en Amberes para aumentar las incautaciones y cerrar el coladero.
Kristian Vanderwaeren, administrador general de las Aduanas belgas, dijo al diario ‘Le Soir’ que “el objetivo es ver lo que podemos hacer mejor usando más tecnología y sin que el flujo de mercancías se interrumpa”. Vanderwaeren reconoce que el proyecto tiene un coste económico muy elevado y que antes de proponerlo al Gobierno debe estudiarlo mejor.
“Drug traffickers usually use the Dark Web, where technology keeps buyers and sellers anonymous. However, in #OperationPostbox2 investigators from #OLAF & @SPFFinances used special software to find out who the criminals were,” said Kristian Vanderwaeren, Head of BE Customs pic.twitter.com/mjCg0itc3h
— OLAF Press Office (@OLAFPress) May 21, 2019
El plan se basa en un estudio de la Universidad de Amberes, financiado por la Comisión Europea, que establece diferentes medios para detectar mejor las entradas de cocaína entre los más de 100 millones de toneladas de mercancías que cada año llegan al puerto de Amberes.
Ese estudio plantea que se escaneen todos los contenedores con “un uso máximo de la tecnología, mezclando técnicas electromecánicas, de escáneres de última generación y de inteligencia artificial, lo más cerca posible del punto de descarga y sin perturbar el tráfico”.