El funeral de Tyre Nichols se convierte en un clamor por la reforma policial en EE.UU.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha asistido este miércoles al funeral de Tyre Nichols, el joven negro que murió tras una paliza de cinco policías en la ciudad de Memphis, en el estado de Tennessee. La Casa Blanca anunció que Harris asistiría al funeral junto al reverendo Al Sharpton y otros líderes de derechos civiles. También asistieron familiares de otras víctimas afroamericanas de la brutalidad policial como George Floyd.

Si hubo una constante a lo largo del servicio religioso fueron las peticiones para que el Congreso apruebe la "Ley de Justicia en la Policía George Floyd", que aboga por una reforma policial. En su intervención, Harris recordó que en el pasado, cuando era senadora en el Congreso federal (2017-2021), fue una de los legisladores que redactó la iniciativa de esa ley y remarcó que como vicepresidenta exige al Congreso aprobar esa ley.

Harris lamentó que "este acto violento no fuera en el interés de mantener al público seguro", por lo que preguntó: "¿No tenía derecho (Nichols) a estar seguro?" Dos agentes de la policía de Memphis, uno negro y otro blanco, están suspendidos mientras son investigados, mientras que hay otros cinco expulsados del cuerpo -todos ellos de raza negra- que se enfrentan a varios cargos penales.

La "Ley de Justicia en la Policía George Floyd", presentada inicialmente en 2020 y de nuevo en 2021, estipula la creación de un registro nacional de malas prácticas policiales para evitar que los agentes queden impunes de sus acciones en cuanto se trasladen a una jurisdicción diferente. Los críticos de esta doctrina se quejan de que sirve de escudo a los autores de abusos.

La madre de Nichols, Rowvaughn Wells, no lo pudo decir más claro: "Necesitamos que esta ley sea aprobada", instó entre lágrimas a los legisladores, porque si no, agregó, "con el próximo chico que muera la sangre va a estar en sus manos (de los congresistas)". La ceremonia comenzó con un coro de 70 personas que cantaron "Strength Like No Other", lo que hizo que muchos de los asistentes se levantaran de sus asientos.