A Biden se le acumulan los problemas


El índice de aprobación del presidente de los Estados Unidos ha experimentado una clara caída que refleja el momento convulso por el que pasa su gobierno
Afortunadamente para Joe Biden, la disminución de los casos de Covid ha frenado su caída libre y el empeoramiento de su índice de aprobación entre la ciudadanía estadounidense, que en las últimas semanas le habían colocado como el presidente peor valorado desde 1945, solo por encima de Donald Trump y de Gerald Ford.
A la caótica retirada de las tropas de Afganistán, la polarización política que dificulta el aumento del techo de deuda y la necesidad de rebaja del presupuesto para su plan social se han unido la falta de suministros de los semiconductores, una reducción de la previsión de crecimiento económico y la debilidad del país en el exterior, azuzada por las agresiones a funcionarios estadounidenses .
MÁS
How Americans view Biden’s response to the coronavirus crisis: https://t.co/0L2Ym8Z7hF
— FiveThirtyEight (@FiveThirtyEight) 15 de octubre de 2021
Encuestas
Todo ello ha provocado que, tras nueve meses en el cargo, el presidente Biden esté afrontando sus peores momentos de cara a la opinión pública. Así lo desvela FiveThirtyEight, la empresa especializada en sondeos, que la semana pasada publicó que solo el 44’5% de los votantes encuestados aprobaba su gestión, mientras un 49’2% la rechazaba.
Y aunque la encuesta de Reuters/Ipsos, realizada el 6 y 7 de octubre, encontró que el 48% aprobaba el desempeño del presidente, gracias precisamente a una reciente mejora en los caso de coronavirus, siguen siendo 3 puntos menos que en la anterior consulta realizada por la misma empresa, el pasado mes de septiembre.
Crisis y debilidad política
Una clara caída de la imagen del presidente de los Estados Unidos que refleja el momento convulso por el que pasa su gobierno. A la lucha con los republicanos por intentar aumentar el techo de gasto se suma la pugna con el ala más progresista de su propio partido, que le está haciendo tener que renunciar a la agenda que se había propuesto llevar a cabo, con un gasto social de 3’6 millones de dólares que probablemente se quede en dos, y a parte del presupuesto en infraestructuras que el país necesita urgentemente.
Democrats split on how to pare back President Biden's agenda as $3.5T price tag falls. https://t.co/4f9VlXrQ7h
— NBC News (@NBCNews) 8 de octubre de 2021
Tampoco ayuda la debilidad del actual gobierno en el exterior. A la triste salida de Afganistán, que dejó imágenes para la historia en las principales televisiones del mundo, se han unido los ataques sónicos que diplomáticos y otros funcionarios del gobierno estadounidense están sufriendo en diferentes países. De Cuba (de donde salió el nombre de la enfermedad desarrollada por las personas afectadas, Síndrome de La Habana) a Austria, pasando por Vietnam, son varios los escenarios donde más de 200 trabajadores han sido seriamente afectados por agresiones que traen de cabeza a las agencias de inteligencia de Estados Unidos.
Menos consumo y crecimiento económico
Por si Biden no tuviera suficientes problemas, a la crisis política interna y externa se ha unido el recorte del crecimiento económico del país anunciado por Goldman Sachs, que queda por debajo de lo esperado, en un 5’7% para este año y un 4% para 2022. Las causas apuntan a que el virus ha tenido un “arrastre más duradero en los servicios al consumidor”, según dijo su experto económico Jan Hatzius, y a que el gasto del consumidor se mantendrá durante un tiempo más bajo que antes de la pandemia, debido a la incertidumbre.
Tampoco ayuda la falta de semiconductores que está afectando a varios sectores fundamentales de la industria, como la de los videojuegos, la automovilística o la telefonía móvil, lo que ha generado que la recuperación del empleo no esté siendo tan rápida como a la administración Biden le hubiera gustado.
Desempleo
De hecho, según el experto Justin Fox, de Bloomberg, en todo el país hay un 3’5% menos de empleos con nómina, en datos comparados con los de antes de la pandemia, siendo en algunas ciudades la situación aún peor. Así, Nueva York reporta un 13’3% menos de empleo que hace un año y medio, y San Francisco un 14’1%, lo que hace pensar que la recuperación de los puestos de trabajo, a niveles prepandémicos, todavía va a necesitar de un tiempo. Los datos del último informe de empleo del gobierno también arrojaron una cifra menor de la esperada: solo 194.000 empleos creados en el último mes de septiembre, el número de contratación más débil de todo el año. Y es que los casos de coronavirus, que aumentaron en ese momento, lastraron esta posibilidad dejando la cifra total de desempleados en 7’7 millones de personas.
Mejoría
Sin embargo, al igual que el Covid ha sido causante de estos datos y con ello el de una gran parte de los dolores de cabeza de Biden, la positiva evolución de la enfermedad en las últimas semanas está proporcionado motivos para la esperanza. Menos de 100.000 casos han sido reportados cada día, en las últimas jornadas, lo que supone un 60% menos de los números del mes de enero.
Y esta mejora se prevé que tenga influencia directa, para bien, en los datos de la economía y el desempleo. De hecho, es la razón por la que la última encuesta de Ipsos para Reuters ya daba un 48% de aprobación a Biden. Algo que le hace mucha falta para remontar la confianza del resto de los estadounidenses y lograr una negociación de su agenda que permita poner en marcha las medidas que anunció al llegar a la Casa Blanca.