Biden lleva al Congreso una subida histórica de los impuestos


La política impositiva regresa a los niveles de hace 40 años, con Jimmy Carter en la Casa Blanca
Los contribuyentes que ganen menos de 75.000 dólares al año no pagarán impuestos
Las personas que ganen entre 75.000 y 100.000 dólares anuales solo pagarán una tasa impositiva media del 1,8%
Joe Biden presentará hoy en el Congreso una subida de impuestos, de casi el doble, sobre las ganancias de capital para aquellos estadounidenses que ganen 400.000 dólares o más. Y el aumento llegará al 43,4% para aquellos que ingresen un millón de dólares, lo que retrotrae la política fiscal tanto de los ingresos como de las inversiones y propiedades, a niveles de los años 70, cuando Jimmy Carter era presidente de los Estados Unidos.
Así, los ciudadanos que se encuentren en esa banda de ingresos (más de 400.000 dólares) verán subir su tasa impositiva del 20% actual al 43% (dependiendo de los factores, ya que podría quedarse en el 39%), habiendo estados como California o Nueva York con una imposición fiscal federal y estatal ya alta, donde la retención podría llegar al 56’7% en el caso de los primeros y al 52,22% para los segundos.
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Medida para los más ricos
Sin embargo, este giro importante de la política impositiva de la administración Biden sobre los más ricos (ya que las ganancias de capital suponen la mayor parte de los ingresos de este segmento de la sociedad), solo afectará al 0’3% de los contribuyentes, que son los que cobran más de un millón de euros, lo que supone unos 500.000 hogares en Estados Unidos, según ha declarado el asesor económico de la Casa Blanca, Brian Deese.
Biden administration officials defend cap gains tax increase, telling @FT it only affects a 0.3 % "sliver" of filers and much of that income is based on rent-seeking, so won't harm innovation https://t.co/5RYjaOTw1j via @financialtimes
— James Politi (@JamesPoliti) 26 de abril de 2021
El presidente ya había incluido en su programa electoral un proyecto para aumentar los ingresos en 2,1 billones de dólares, a lo largo de una década, con el fin de poder contribuir a su plan de inversión pública, reestructurando el tejido industrial del país de forma sostenible. Con ello también se pretende sacar adelante el “Plan de ayuda a las familias” que beneficiará a los estadounidenses de bajos ingresos y clase media, en detrimento de aquellos más adinerados.
Debate en el Capitolio
Esta propuesta será presentada hoy en el Congreso, donde los demócratas cuentan con una mayoría muy ajustada, lo que no garantiza su aprobación. Las negociaciones para ello, de hecho, pueden durar semanas ya que la gran mayoría de los republicanos se muestran en contra, al igual que algunos demócratas, preocupados por el riesgo de que la economía se resienta y presionados por quienes se ven perjudicados.
“El aumento del impuesto sobre las ganancias de capital propuesto por el presidente Biden disuadiría la inversión, lo que conduciría a un crecimiento económico más lento y limitaría la productividad de los trabajadores y el crecimiento de los salarios”, dijo el senador republicano por Pensilvania Pat Toomey, a través de un comunicado.
Otros impuestos
Otras partidas que sufrirán cambios en el nuevo gravamen serán el impuesto federal sobre el patrimonio (cuya tasa pasa del 40% al 45%), las herencias (que verán gravadas las ganancias acumuladas en vida del progenitor fallecido) y las empresas (sube del 21% al 28%, entre otras medidas más agresivas para las multinacionales).
Sin embargo, las personas con ingresos por debajo de los 400.000 dólares (el 90% de los contribuyentes) podrían beneficiarse de un recorte de impuestos de entre 700 y 800 dólares anuales de promedio. Así lo afirmó Biden durante su campaña electoral, cuando prometió que las personas que tuvieran ingresos por debajo de esa cifra “no verían ni un solo centavo de impuestos federales adicionales”.
Buenas noticias para las familias de menos ingresos
Las rentas medias y más bajas podrán beneficiarse además de la ampliación de la reducción fiscal por hijos y por ingresos de trabajo, así como de subvenciones más amplias a través de la ley de Cuidado de Salud Asequible, según señala CNN.
Y es que el recorte de impuestos aplicado en 2017 por Donald Trump provocó una reducción de la inversión en servicios públicos y sociales que los demócratas están intentando reactivar. La pandemia ha dejado en situación de alta vulnerabilidad a las personas de rentas más bajas y la recuperación van a intentar hacerla con una mayor contribución de aquellos que en los últimos años pagaron una tasa que no consideran acorde con sus ingresos.
El Plan de Rescate
Por ello, los contribuyentes que ganen menos de 75.000 dólares al año no pagarán impuestos, ya en 2021, gracias a las disposiciones incluidas en el Plan de Rescate estadounidense, aprobado como ley el mes pasado.
Además, se espera que las familias que cuenten con bajos ingresos reciban reembolsos considerables, aunque dependerá de las circunstancias personales. Así, las personas que ganen entre 75.000 y 100.000 dólares anuales solo pagarán una tasa impositiva media del 1,8%, según el Comité Conjunto de Impuestos, un grupo no adscrito a ningún partido político que ayuda al Congreso con la legislación tributaria.