Cuchillos, una pistola taser y spray contra osos: el arsenal de armas incautadas a asaltantes del Capitolio


Los agentes requisaron decenas de armas a los seguidores de Trump que accedieron al Capitolio
La muerte de un policía puede estar relacionada con spray contra osos que le rociaron
Muchas de las personas que no entraron en el edificio también llevaban armas y munición
Los partidarios del expresidente Donald Trump que asaltaron el Capitolio de Estados Unidos, viajaron a Washington equipados con todo tipo de armas para cometer la invasión de la institución, según ha confirmado el Departamento de Justicia.
Pero entre las pertenencias confiscadas a varios asaltantes se encontraron un bate de béisbol, un palo de hockey, un extintor contra incendios, irritantes químicos, un spray contra ataques de osos, una lanza, botes de gas pimienta, escudos policiales robados, diferentes cuchillos y hasta una pistola taser paralizante.
Las armas fueron utilizadas por los asaltantes cuando los agentes que custodiaban el Capitolio pretendían evitar el asalto. Y se sospecha que la muerte de Brian Sicknick, el policía que perdió la vida durante el ataque, fue provocada por el spray contra osos con el que le pudieron rociar. Y el FBI está considerando a varios sospechosos por posible homicidio de Sicknick.
Pese a que 12 agentes necesitaron ser trasladados al hospital, y casi un centenar de policías resultaron heridos el pasado 6 de enero, el senador republicano por Wisconsin, Ron Johnson, restó importancia a un asalto sin precedentes en Estados Unidos, que terminó con cinco muertos y al que el republicano no consideró como “insurrección armada”.
Pero la policía también encontró un arma y hasta 25 cartuchos de munición a Christopher Alberts, un asaltante que alegó que lo llevaba como protección personal. Y según la CNN, muchos partidarios de Trump que no llegaron a acceder al Capitolio, sí que llevaron armas de fuego aquel día hasta la capital de Estados Unidos.
Lonnie Coffman, fue detenido poco antes del ataque al Capitolio con lo que la policía catalogó como “una pequeña armería en su camioneta”. Hasta tres pistolas, 11 cócteles molotov, una ballesta con saetas, bombas de humo y una pistola paralizante, según los documentos judiciales. Pero Coffman, de 70 años, fue declarado inocente el mes pasado de una acusación penal de 17 cargos.
Por otra parte, el FBI continúa ofreciendo una recompensa por obtener información relevante sobre los responsables de colocar dos bombas en los aledaños de la sede del Gobierno estadounidense. Dos artefactos que no estallaron pero que eran reales, según han confirmado los federales.