El desafío más ambicioso de Biden: recuperar la economía


Biden firmará una decena de acciones ejecutivas que tienen que ver no sólo con la economía y el Covid-19, sino también con la crisis climática y racial
Cuando Joe Biden asuma la presidencia de los Estados Unidos, se hará con los mandos de un país sumido en una profunda crisis económica, que golpea más fuerte que la recesión de 2008.
Revivirá de alguna manera el reto al que se enfrentó cuando lideró la estrategia de recuperación económica, siendo vicepresidente durante la administración de Barack Obama, con la diferencia de que su tarea más urgente será la de controlar la pandemia del coronavirus para sacar a flote la economía.
Para ello, el mismo día 21 de enero, día en el que tomará posesión del cargo, Biden firmará una decena de acciones ejecutivas que tienen que ver no sólo con la economía y el Covid-19, sino también con la crisis climática y racial que el presidente electo ha contemplado en su programa electoral.
Plan de rescate
Entre los planes que contiene su agenda económica, Biden hará lo que esté en su mano para que el Congreso apruebe un proyecto de ley de alivio del coronavirus de 1,9 billones de dólares, en el intento de cambiar el curso de la pandemia para acelerar la campaña de vacunación y ayudar a los más castigados económicamente por la pandemias.
Bajo el programa “American Rescue Plan” (Plan de Rescate Estadounidense) el futuro presidente cumpliría con el objetivo de aplicar 100 millones de vacunas en los 100 primeros días de mandato. Al mismo tiempo, tiene previsto reabrir los colegios de manera segura (en primavera espera que lo estén la mayoría de ellas), así como las empresas, tomando medidas para atenuar la propagación del virus realizando test gratuitos para toda la población, y estableciendo normas para la protección de la salud pública, incluyendo la obligación del uso de la mascarilla en todo el país.
Otras iniciativas
Otra de las medidas tiene que ver con la deuda de los préstamos estudiantiles que tanto condiciona a las familias, en un país donde la universidad tiene unos costes muy elevados y que suponen un esfuerzo superior para la economía doméstica de los estadounidenses. Biden espera perdonar una parte de dichas deudas y quiere conseguir un mayor acceso a los estudios universitarios, de manera que la carrera sea gratuita para aquellos que no superan en sus ingresos los 125.000 dólares al año.
Biden heredará una nación que ha alcanzado durante el coronavirus la mayor tasa de paro, posicionada ahora en el 6,7%, lo que supone que 10,7 millones de personas están sin trabajo, siendo los más afectados los jóvenes que acusan un 16% de desempleo. Para paliar esta situación así como la recesión de las economías familiares, el líder demócrata prevé hacer llegar a la mayoría de los estadounidenses un cheque por valor de 2.000 dólares, el mayor proporcionado hasta la fecha en los paquetes estímulos aprobados por el momento.
“Sé que lo que acabo de describir no es barato, pero simplemente no podemos darnos el lujo de no hacer lo que estoy proponiendo”, dijo Biden en un discurso dirigiéndose a la nación. “Si ahora invertimos de manera audaz, inteligente y con un enfoque inquebrantable en los trabajadores y las familias estadounidenses, fortaleceremos nuestra economía, disminuiremos la desigualdad y pondremos las finanzas a largo plazo de nuestra nación en el camino más sostenible”.
Buy American
Otras medidas de alivio económico previstas por la nueva administración, a más largo plazo, se centrarán en intentar que el 94% de la población tenga una cobertura de seguro médico, elevar los ingresos fiscales en 4 billones -con un aumento de la tasa impositiva máxima al 39,6% y la corporativa al 28%- y en el incremento del salario mínimo a 15 dólares la hora. Asimismo se pretende una inversión en infraestructuras de 1,3 billones y un gasto en energías limpias de otros 2 billones.
Y todo ello bajo el eslogan ¨Buy American” (“Compre producto estadounidense”) para, a través de compras gubernamentales, proteger la industria nacional, generar nuevos empleos y conseguir un aumento de los ingresos al mismo tiempo que se hacen más competitivos los artículos de producción propia.
Desafíos
Los desafíos del presidente electo son muchos, y el control de los demócratas en la Cámara de Representantes y en el Senado, permitirán a Biden llevar a cabo gran parte de sus objetivos. No obstante, el Partido Demócrata tienen un estrecho margen respecto de los republicanos en la Cámara Alta. Con un reparto de 50-50 senadores entre los dos bandos políticos, será la futura vicepresidenta Kamala Harris la encargada de desempatar las votaciones cuando estas estén igualadas. Aunque puede darse el caso se que algún miembro demócrata, disienta de planes de su partido, tal y como ha manifestado el senador demócrata más conservador, Joe Manchin, quien ha expresado sus reservas sobre el alcance del proyecto de Biden a cerca de los planes de estímulo, pronosticando complejas negociaciones en ese y otros temas.