La enmienda 25, aprobada tras el asesinato de Kennedy, que se plantea para sacar a Trump de la Casa Blanca


En los últimos dos años, los medios han especulado sobre el debate dentro del gabinete de Trump para incapacitarlo
Para apartar a Trump del poder, el vicepresidente y más de medio gabinete deben decretar la incapacidad de Trump para hacer su trabajo
La estabilidad mental de Trump se ha visto como un factor para activar la enmienda, pero sería un precedente arriesgado
De la Vigésimoquinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos se empezó a hablar meses después de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Las noticias sobre su carácter arbitrario e inestable agitaron el debate entre sus detractores sobre si el propio gabinete del presidente podía sustituirlo por alguien menos explosivo, como el vicepresidente Mike Pence. Esta enmienda es el instrumento legal para hacerlo, pero la aplicación de este mecanismo constitucional para deponer a un presidente por falta de facultades mentales es tan improbable que es más propia, al menos hasta la fecha, del mundo de la ficción.
La enmienda 25 prevé que el vicepresidente sustituya al presidente mientras está enfermo, también si fallece. Fue ratificada precisamente en 1967, cuatro años después de que Lyndon Johnson tuviera que sustituir al asesinado John Kennedy. Las muertes de presidentes en el cargo, desde la primera en 1841, siempre habían dejado algunas lagunas sobre cómo se debía proceder. Muy polémica fue la situación tras el accidente vascular que incapacitó a Woodrow Wilson, con la primera dama y el principal asesor del presidente rivalizando por la dirección de la Casa Blanca.
La disposición constitucional aclara también qué se debe hacer si el presidente es destituido o es incapaz de ejercer sus poderes y responsabilidades, éste último apartado es el que algunos barajan aplicarle a Donald Trump. La cuestión en el caso de Trump es quién tiene la capacidad para decidir si el presidente es incapaz de hacer su trabajo. Es necesario que el vicepresidente (Mike Pence en este caso) y más de la mitad de los miembros del gabinete determinen que Trump es incapaz de ejercer como presidente.
Se trata de la sección cuarta de la enmienda, que se redactó para aplicarse en los casos en de incapacidad por enfermedad física o mental; pero que algunos juristas argumentan que puede utilizarse de manera más genérica en casos como el de Trump, cuando la conducta del presidente es de manera reiterada inapropiada para el cargo. Si Pence y la mayoría del gabinete le declarasen incapaz, el vicepresidente asumiría el poder de manera inmediata. Trump podría apelar y si Pence y los miembros del gabinete no respondieran, recuperaría su sitio. Pero si ambas partes sostienen sus alegaciones y hay un conflicto, tendría que decidir el Congreso y, mientras, Pence desempeñaría el cargo de presidente.
Por esas dificultades y dudas para aplicar la enmienda en la vida real (salvo caso de fallecimiento, cuando la situación no deja lugar a debates) a esta disposición constitucional la hemos visto en acción sobre todo en el cine y la televisión. Harrison Ford, secuestrado en el Air Force One (1997), recurrió a ella. También Jamie Foxx cuando los terroristas asaltaron la Casa Blanca en el mundo del celuloide en 2013. Y, sobre todo, para los amantes de la ficción política, la enmienda tuvo su lugar en las tramas de House of Cards y de El ala oeste de la Casa Blanca.
Lo de ayer estuvo, cuanto menos, a la altura de la ficción. Está por ver que también en este capítulo lo haga. La enmienda 25 sería la manera de apartar del poder a Donald Trump para garantizar que no cometa un nuevo abuso de poder (ha realizado o amenazado con varios durante su mandato) y que no haya nuevos sobresaltos hasta que se produzca el relevo en la Casa Blanca. La otra opción para anticipar la salida de Trump sería un nuevo impeachment o juicio político en el Congreso (con la formulación de cargos en la Cámara de Representantes y el veredicto del Senado), pero requiere unos plazos y procedimientos que difícilmente conseguirían el objetivo a tiempo.