Estados Unidos cambia su estrategia para la resolución de conflictos internacionales


En el caso colombiano, sacar a las FARC del listado de organizaciones terroristas y grupos armados supone apoyar la reincorporación de excombatientes en la sociedad, ayudándolos a salir tanto de las guerrillas como de las asociaciones paramilitares financiadas por el narcotráfico
El quinto aniversario del proceso de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha dado pie a la administración Biden para respaldar un acuerdo que aún escuece, en ambas partes del país sudamericano, por los miles de muertos que han quedado en el camino y la situación de violencia que todavía persiste.
Pero también ha sido el motivo por el que Estados Unidos se ha decidido a cambiar su metodología a la hora de afrontar la resolución de conflictos internacionales, ya que en el caso colombiano, sacar a las FARC del listado de organizaciones terroristas y grupos armados supone apoyar la reincorporación de excombatientes en la sociedad, ayudándolos a salir tanto de las guerrillas como de las asociaciones paramilitares financiadas por el narcotráfico.
MÁS
Aclaraciones
“Tras el acuerdo de paz de 2016 con el gobierno colombiano, las FARC se disolvieron y desarmaron formalmente. Ya no existe como una organización unificada que se dedique a la actividad terrorista o tenga capacidad de hacerlo”, explicó ayer a través de un comunicado Antony Blinken, secretario de Estado.
Grateful to Gayle Smith for serving as the Coordinator for Global COVID Response and Health Security. Her leadership has saved lives, put us on the track to recovery, and helped us prepare for future pandemics. I deeply appreciate her leadership, vision, and service.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) 30 de noviembre de 2021
Sin embargo, esto no quiere decir que Estados Unidos vaya a revocar una “posible acusación contra los antiguos líderes de las FARC, incluso por narcotráfico, ni elimina la decisión de la Jurisdicción Especial de Paz de Colombia, que considera sus acciones como crímenes de lesa humanidad,” añadió Blinken dejando claro que los antiguos delitos seguirán vigentes.
Ventajas
La intención del gobierno estadounidense con esta decisión es aumentar su capacidad de maniobra en la resolución de conflictos, trabajando con ambas partes e incorporando a los ex combatientes que antes quedaban fuera de esta posibilidad, al ser considerados aún terroristas.
Por otra parte, aquellos guerrilleros que desde la firma del acuerdo de paz no quisieron abandonar los grupos armados y siguen involucrados en actividades terroristas, serán incluidos en los dos grupos disidentes recién designados por el gobierno estadounidense y calificados como nuevos grupos terroristas extranjeros: las FARC-Ejército del Pueblo y la Segunda Marquetalia.
Nuevos objetivos terroristas
Estos dos grupos surgieron a partir de las FARC, negándose a disolverse formalmente en 2016 y han continuado realizando actividades delictivas relacionadas con el narcotráfico. Esta designación está dirigida a quienes se negaron a desmovilizarse y quienes están involucrados en actividades terroristas”, dijo Blinken aludiendo directamente a los componentes de las dos formaciones.
De hecho, la administración Biden ha señalado con nombres y apellidos a los líderes de ambas organizaciones, a los que ha acusado de ser terroristas globales. Luciano Marín Arango, Hernán Darío Velásquez, Henry Castellanos, Néstor Gregorio Vera, Miguel Santanilla y Euclides España son los nuevos objetivos especificados.
De 1997 hasta hoy
Desde el envío de la notificación al Congreso el pasado martes, comunicando que el gobierno de Estados Unidos iba a retirar a las FARC de la lista negra hasta hoy, fecha de la confirmación, solo han pasado siete días que han cambiado totalmente el estatus que esta organización adquirió en 1997.
Con ello, el país norteamericano pretende ayudar a Colombia a encaminarse hacia “una paz justa y duradera”, como señaló recientemente su portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. Toda una declaración de principios en la toma de posición ante unas FARC que, fundadas en 1964, fueron responsables desde entonces de secuestros y ejecuciones de miles de personas, así como protagonistas de una de las épocas más tristes, duras y violentas en Colombia.
Enemigos de la paz
Como declaró Antonio Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante su reciente estancia del país latinoamericano para la conmemoración de estos acuerdos, “el objetivo de la paz es evitar que haya enemigos en una sociedad, pero desafortunadamente también hay enemigos de la paz”.
The signing of the Peace Agreement - 5 years ago today - generated hope & inspiration in Colombia and the world.
— António Guterres (@antonioguterres) 24 de noviembre de 2021
After five decades of conflict & suffering, we have a moral obligation to ensure that this peace process is a success. pic.twitter.com/t7l5CYsDTX
Por ello la nueva estrategia de Estados Unidos en este conflicto pretende, como ya señalaron fuentes de la ONU, que este sea un acuerdo de paz de los más señalados de esta época tanto por los cambios en la estructura de las negociaciones como de la metodología. Una iniciativa que se espera pueda ser una inspiración en la resolución de otros conflictos.