Del Pony Express a la primera red ferroviaria que conectará Estados Unidos, México y Canadá


Desde que el Pony Express comenzara en 1860 la apertura de rutas para hacer efectivo el correo rápido, entre Misuri y California, han sido muchos los esfuerzos para abrir camino en un país entonces inexplorado
Más de 150 años después de que el primer ferrocarril uniera el este de los Estados Unidos con la costa del Pacífico, en 1869, revolucionando la economía y la población del Oeste del país para siempre, llega la red ferroviaria que conectará todo Norteamérica. De México a Canadá, este acuerdo permitirá que a lo largo de 32.000 kilómetros, una única línea de transporte conecte los puertos de las costas del Golfo, el Atlántico y el Pacífico.
A falta de que la operación sea aprobada por la Junta de Transporte de Superficie (STB), el regulador estadounidense, en un proceso que puede alargarse hasta 2022, la compañía promotora Canadian Pacific ya ha anunciado su intención de emplear a 20.000 personas y obtener unos ingresos anuales de 8’7 millones de dólares, lo que supondría la revitalización de una industria moribunda.
Today we have entered into a merger agreement with Kansas City Southern that would join two historic railroads to create the first rail network connecting the U.S., Mexico and Canada.https://t.co/irU5Kzqdjo pic.twitter.com/P4yC1dbyLz
— Canadian Pacific (@CanadianPacific) March 21, 2021
De Kansas al México industrial
Para ello, la empresa canadiense ha tenido que desembolsar previamente 25.000 millones de dólares que han hecho posible la adquisición de Kansas City Southern (KCS), cuyas operaciones comerciales nacionales e internacionales estaban enfocadas en el corredor de carga norte-sur del país y en conectar los mercados de centro de los Estados Unidos con las ciudades industriales de México.
La compañía resultante, que se denominará Canadian Pacific Kansas City (CPKC), enlazará por fin a los clientes de todo Canadá, el medio y noroeste de Estados Unidos con los del centro sur de México. Se culmina así una serie de fusiones iniciada en la década de los 80, con la desregularización del sector, con el fin de conectar las granjas de Kansas y otros productores, con sitios lejanos del vecino del sur.
Cambio de tratados
El último Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), renovado y firmado por el ex presidente Donald Trump, ha favorecido el desarrollo de esta operación que ya pugnaba por hacer más eficientes las cadenas de suministro. Dicho pacto entró en vigor el pasado mes de julio, reemplazando al anterior (Tratado de Libre Comercio de América del Norte -TLCAN-), que duró 26 años y que el mismo Trump calificó como “el peor acuerdo comercial de la historia”
El nuevo T-MEC será válido durante 16 años, con revisiones cada seis. Buscará también atraer capital y empresas que formen parte del proyecto, crear industrias a lo largo del trayecto ferroviario y facilitar el acceso de la industria agrícola a la manufacturera, automotriz y de la energía.
Un largo sueño
La adquisición de KCS ha supuesto una inversión de 29.000 millones de dólares para la que “las estrellas se han alineado”, según palabras del director ejecutivo de Canadian Pacific, Keith Creel. Su antecesor en la compañía, Hunter Harrison, una leyenda de la industria según informa Bloomberg, ya había intentado con anterioridad llevar a cabo este proyecto, intentando comprar de forma fallida otras compañías ferroviarias.
Pero ha sido ahora cuando el segundo operador canadiense, tras Canadian National Railway, ha conseguido poner en marcha un proyecto que también dejará satisfechos a los accionistas de KCS, dándoles el 25% de los títulos. Y además prevé aportar beneficios ambientales ya que las rutas de una sola línea harán disminuir la cantidad de camiones que antes eran necesarios para el transporte de las mercancías, con una reducción del 75% en la emisión de gases de efecto invernadero.
“Esta transacción será transformadora para América del Norte, proporcionando impactos positivos significativos a nuestros respectivos empleados, clientes, comunidades y accionistas”, señaló Creel en el comunicado con el que dio a conocer el acuerdo.
Pioneros del ferrocarril
Y es que, desde que el Pony Express comenzara en 1860 la apertura de rutas para hacer efectivo el correo rápido, entre St. Joseph (Misuri) y Sacramento (California), han sido muchos los esfuerzos para abrir camino en un país entonces inexplorado. El recorrido del ferrocarril avanzó siguiendo los caminos abiertos por otros pioneros, que protagonizaron las famosas Rutas de Oregón o de los Mormones.
A caballo, diligencia o rudimentarios trenes, la historia de Estados Unidos se ha escrito a lomos de los distintos tipos de transporte que permitían la movilidad pero a duras penas el comercio. Por eso fue determinante el primer ferrocarril que acercó ambas costas y que fue visto como uno de los mayores logros de la presidencia de Abraham Lincoln. Esos éxitos de ayer son el inicio del trayecto que aún continua, esta vez de norte a sur.