Biden en su peor momento: incertidumbre económica, sanitaria y laboral


La principal causa de esta situación es la mala evolución de la pandemia, con las tasas de hospitalización más altas desde el pasado mes de enero, debido a la variante Delta y los bajos niveles de vacunación de algunos estados
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden atraviesa su peor momento de popularidad en las encuestas desde que llegó a la Casa Blanca. A la desastrosa salida de Afganistán se le unen los problemas en materia de política interna como el paro, la inflación, la variante Delta y los negacionistas de la vacunación y la crisis migratoria, con 600.000 deportados en 8 meses.
Todos los informes apuntan en la misma dirección: la variante Delta está condicionando el crecimiento de la economía estadounidense. Las consecuencias no se han hecho esperar en los inversores de Wall Street, que se mueven a la baja, preocupados además porque la Reserva Federal acaba de constatar una leve desaceleración del crecimiento del país, entre julio y agosto, escasez de mano de obra y un fuerte aumento de los salarios, lo que amenaza la estabilidad de una inflación que ya está al alza.
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A ello se suma la pérdida de los beneficios por desempleo para 10 millones de personas esta misma semana, ya que acaban de expirar las ayudas federales que entraron en vigor hace 18 meses, con motivo de la pandemia. Sin embargo, aún hay 8,4 millones de personas desempleadas que acusarán especialmente la falta de dichas ayudas, viéndose obligadas a disminuir su consumo lo que afectará, a su vez, al decrecimiento de la economía.
Economic growth in the U.S. slowed to a moderate pace in early July through August, according to the Federal Reserve’s Beige Book of current economic conditions that it released Wednesday. https://t.co/h6I3VEnIxn
— MarketWatch (@MarketWatch) 9 de septiembre de 2021
Variante Delta y poca vacunación
La principal causa de esta situación es la mala evolución de la pandemia en Estados Unidos, con las tasas de hospitalización más altas desde el pasado mes de enero, debido al alto grado de contagio de la variante Delta y los bajos niveles de vacunación de algunos estados, que son los que están sufriendo un elevado número de ingresos
Esto afecta directamente a la apertura de escuelas y guarderías, entre otros sectores que han cerrado debido a los nuevos brotes, y al mercado de trabajo relacionado con ello en los estados afectados, donde no se está contratando como antes de la pandemia. Y aunque el número de personas desempleadas se redujo durante el pasado mes de agosto en 235.000 personas, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BSL), sigue habiendo 1’2 millones más de parados que en febrero de 2020.
Paradoja en el empleo
Pero según los 12 bancos centrales regionales estadounidenses que han dado lugar al último informe de la Reserva Federal, la demanda de trabajadores por parte de las empresas es fuerte, hasta tal punto que todos los distritos informaron de la existencia de escasez significativa de mano de obra. Esta es la razón por la que los empresarios están ofreciendo bonificaciones y formación para atraer y retener a los empleados, sobre todo en sectores como la salud, las finanzas o la alimentación.
De hecho, la Encuesta sobre Vacantes y Rotación Laboral del Departamento de Trabajo (JOLTS) desveló, el miércoles pasado, que hay 10’9 millones de vacantes laborales pero el miedo al contagio por la variante Delta y la ayudas económicas del gobierno habrían provocado que unos 4 millones de personas abandonaran voluntariamente sus puestos de trabajo durante los últimos meses.
Desajuste laboral
La explicación a esta paradoja en el mercado de trabajo, en el que coexisten al mismo tiempo una bolsa de personas desempleadas y la demanda de trabajadores, está en el reajuste que está experimentando la economía estadounidense. “Estamos reasignando dónde queremos trabajar y cómo queremos hacerlo, la gente está tratando de averiguar cuáles son sus mejores opciones y dónde quieren estar”, declaró Ben Bernanke, ex presidente de la Reserva Federal, al Washington Post.
A esta nueva era de adaptación y a las renuncias al puesto de trabajo hay que sumar las jubilaciones (3’6 millones durante la pandemia) y el descubrimiento, tanto por parte de los trabajadores como de las empresas, de que en muchos casos, el trabajo no tiene porqué ser presencial.
Incertidumbre
Todo ello aumenta la incertidumbre de una economía cuyo origen, según el Partido Republicano, está en las ayudas otorgadas por el gobierno demócrata. Estas no solo alimentan la escasez de la mano de obra, ya que hay trabajadores que prefieren vivir de los subsidios a trabajar, sino que están retrasando la recuperación del país.
We are now the only developed country in the world whose economy is bigger than it was before the pandemic. Our economic plan is working. pic.twitter.com/Xj715N5rx7
— Joe Biden (@JoeBiden) 3 de septiembre de 2021
El presidente Biden, por su parte, mostró su satisfacción tras conocer que “el índice de desempleo es el más bajo en los últimos 18 meses”. “Lo que vemos es una recuperación económica fuerte, con un promedio de 720.000 empleos en cada uno de los tres últimos meses”, añadió esta semana desde la Casa Blanca, sin mencionar el informe de los economistas Joseph Song y Stephen Juneau, del Bank of America, que en un reciente comunicado alertaban de un "debilitamiento de la actividad laboral y de otros datos económicos, desde el aumento de casos de Covid debido a la variante Delta".