Texas y los otros 12 estados de EE.UU. donde no es obligatorio el uso de mascarilla


Texas y Misisipi, los dos últimos estados en eliminar el requisito de llevar mascarilla contra la covid-19
Hay otros estados, como Florida o Arizona, donde nunca se ha impuesto su uso obligatorio
Ocho meses después, los 30 millones de habitantes de Texas, el segundo estado más poblado de Estados Unidos, dicen adiós a la mascarilla obligatoria. El gobernador Greg Abbott ha anunciado la decisión y ha confirmado además que todos los establecimientos podrán abrir sin ningún tipo de restricción a partir del 10 de marzo, pese a las advertencias de las autoridades sanitarias.
"Demasiados texanos han sido apartados de oportunidades de empleo. Demasiados propietarios de pequeños negocios han sufrido para pagar sus cuentas. Esto tiene que acabar. Es hora de abrir Texas al 100%", ha explicado el republicano. Texas es el tercer estado con mayor número de muertos por la pandemia, con más 40.000, por detrás de Nueva York y California. Abbott ha justificado su decisión por el buen ritmo de vacunación: la próxima semana se alcanzarán los siete millones de vacunados.

Horas después, el gobernador de Misisipi, Tate Reeves, ha seguido los mismo pasos: desde este mismo miércoles, nada de mascarilla y las empresas podrán operar "con capacidad completa", sin ninguna restricción que garantice la distancia social. "Nuestras hospitalizaciones y números de casos se han desplomado, y la vacuna se está distribuyendo rápidamente. ¡Ha llegado el momento!", escribió Reeves, también republicano, al hacer el anuncio en su cuenta de Twitter.
Starting tomorrow, we are lifting all of our county mask mandates and businesses will be able to operate at full capacity without any state-imposed rules. Our hospitalizations and case numbers have plummeted, and the vaccine is being rapidly distributed. It is time!
— Tate Reeves (@tatereeves) March 2, 2021
Sin mandato estatal
Texas y Misisipi se unen así a otros once estados, de los 50 de Estados Unidos, que han levantado su mandato obligatorio de uso de la mascarilla o que nunca llegaron a imponerlo. Estos son:
- Alaska: las autoridades recomiendan el uso de la mascarilla, especialmente, en interiores.
- Arizona: solo es obligatorio en las escuelas, autobuses escolares y en cualquier actividad educativa.
- Florida: su uso es obligatorio en algunas ciudades o condados.
- Georgia: si se supera un determinado número de casos en una ciudad o condado se puede solicitar su uso obligatorio en público, como en la ciudad de Atlanta.
- Idaho: se fomenta su uso y en algunas localidades es obligatorio, depende de los contagios.
- Misuri: recomiendan utilizar mascarilla siempre que no se pueda mantener la distancia social.
- Nebraska: se exigen en determinados negocios donde el contacto con el cliente es estrecho, como en las peluquerías.
- Oklahoma: el estado solo recomienda su uso.
- Carolina del Sur: en varias ciudades, incluidas Charleston y Columbia, si es obligatoria la mascarilla.
- Dakota del Sur: la gobernadora del estado aseguró que era una "decisión de cada uno".
- Tennessse: se recomienda su uso en espacios interiores y cuando el distanciamiento social no es posible.
Nada más asumir el poder, el presidente estadounidense, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva para hacer obligatorio el uso de la mascarilla en los edificios federales y en el transporte público. Pero la realidad es bien distinta, ya que son los estados los que deben hacer cumplir las medidas.
El peligro de las nuevas variantes
Aunque en las últimas jornadas la media diaria de nuevos casos ha descendido notablemente en el país, hasta situarse por debajo de los 70.000 diarios, frente a los casi 300.000 de comienzos de año, las autoridades siguen advirtiendo del peligro existente, especialmente debido a la aparición de nuevas variantes. "Ahora no es el momento de relajar las restricciones", adviritió Rochelle Walensky, directora de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades, la semana pasada.
Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia en todo el mundo, con más de 28,7 millones de contagios y más de medio millón de muertos, según el último recuento de la Universidad John Hopkins.