La oscura trama de Epstein y Maxwell, la poderosa pareja con la que todo el mundo quería una foto

Sexo, lujo, tráfico de menores, suicidio, poder y una larga lista de famosos son solo algunos de los elementos que se entremezclan en uno de los juicios del momento. El de Ghislaine Maxwell, quien se enfrenta a una posible pena de 80 años de prisión si es considerada culpable de tráfico sexual y reclutamiento de menores, entre otros, mientras era novia del millonario Jeffrey Epstein.

Este empresario, con el que durante un tiempo todos querían relacionarse, se suicidó en 2019, ya en prisión, mientras era investigado por tráfico y abuso sexual de menores en sus diferentes residencias. Las dudas acerca de si fue él quien se quitó la vida o si fue asesinado aún perduran. Y aunque han pasado más de dos años desde su muerte en el Centro Correccional Metropolitano (CMM) de Nueva York, el caso vuelve a la actualidad con el juicio de la que fuera su compañera y presunta socia.

Toda una historia de bajas pasiones, dinero, impunidad y abuso de chicas necesitadas cuyo esclarecimiento se vio interrumpido cuando Epstein apareció colgado en el mismo centro en el que también estuvo recluido el Chapo Guzmán. Un edificio de ladrillo de 12 pisos de altura donde se quedaron los secretos que ahora un juzgado intenta de nuevo resolver para saber hasta dónde llegó la responsabilidad de esta pareja, que un día fue el centro del glamour neoyorquino, en los cargos imputados.

Ghislaine Maxwell tiene 59 años en la actualidad y ha visto cómo la denegaban la libertad provisional por riesgo de fuga, ya que es hija de un adinerado magnate de la comunicación y posee tres pasaportes (británico, francés y estadounidense). Ella y Epstein se conocieron en 1994, cuando ambos vivían en la exclusiva zona de Palm Beach en Florida, donde iniciaron su relación.

Perteneciente a la alta sociedad inglesa y formada en Oxford, presentó a su pareja a miembros de la realeza británica, como el príncipe Andrés de Inglaterra y a personalidades como el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, quienes acabaron viajando en el avión privado de Epstein y visitando su isla privada, en la que supuestamente se cometieron numerosos abusos a menores.

Epstein comenzó su carrera profesional en un banco de inversión antes de crear su propia firma, con la que adquirió fortuna económica y mucha influencia en los ámbitos sociales y políticos. Su asociación sentimental con Ghislaine amplió su capacidad de relación y llegó a ser una de las personas más demandadas y conocidas en los eventos filantrópicos, académicos y sociales estadounidenses.

En 2005 empezó a ser investigado por la policía de Palm Beach, tras la denuncia de un padre que le acusó de acosar a su hija de 14 años. Aunque él se declaró inocente, un tribunal de Florida lo condenó en 2008 por solicitar servicios de prostitución con menores de edad. Epstein firmó un controvertido acuerdo en el que se declaró culpable pero que le permitió salir de día durante los 13 meses en los que solo tuvo que dormir en la cárcel, hasta 2009.

En julio de 2019 fue arrestado de nuevo por cargos federales de tráfico de menores y fue recluido en la prisión federal de Nueva York, donde fue encontrado muerto en agosto de ese mismo año. El fiscal general de Estados Unidos, Wiliam Barr, dijo en ese momento haber sido informado de “serias irregularidades” sobre fallos de seguridad de la prisión y falta de vigilancia adecuada, lo que impidió que el gobierno y el FBI pudieran llevar a cabo las investigaciones necesarias para desentrañar el caso, que podrían haber deparado al acusado 45 años de prisión.

En esos momentos las pesquisas se centran en dilucidar si esa muerte fue provocada por alguien, ya que detrás del “suicidio” podrían estar cualquiera de las poderosas personalidades implicadas en la trama de abuso y tráfico de menores, algunas de las cuales serán desveladas durante el juicio a Maxwell que esta teniendo lugar estos días.

Pero el FBI también está trabajando para descubrir los motivos de los viajes en los que participaron las personas que montaron en ese avión, con destino a la isla en las que supuestamente se cometieron los escándalos sexuales. Los nombres registrados en esa lista son muchos e implican a personalidades como Andrés Pastrana, ex presidente de Colombia, el ex mandatario Donald Trump o el cantante Mick Jagger, entre otros muchos políticos, artistas o incluso científicos.

Los viajes realizados tenían varios fines, lo que permite una coartada a Epstein, por lo que resulta complicado saber cuáles se realizaron con fines sexuales y pedófilos o cuáles tenían otro objetivo (filantrópico, económico o político), como han declarado algunos de los implicados.

Y esta es la razón por la que el juicio a su más cercana compañera de esa época despierta tanta expectación. Se espera que los testimonios de los testigos, que desde el lunes pasado están participando en el mismo, demuestren si Ghislaine Maxwell fue parte de esa trama de tráfico sexual y otros delitos, en la que numerosas menores de edad fueron abusadas por algunas de las personas más poderosas del planeta.

“Se aprovechó de niñas vulnerables, las manipuló y las entregó para que fueran abusadas sexualmente”, se escuchó de boca de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York en la acusación realizada contra Maxwell. Y una testigo, que declaró bajo el seudónimo de “Jane’ como la primera de las cuatro presuntas víctimas que lo harán estos días, dijo que Ghislaine estaba a menudo presente cuando ella, cono solo 14 años, mantenía relaciones sexuales con Epstein.

Por su parte, Ian Maxwell, el hermano de Ghislaine, dijo a la BBC que es “muy impactante” para él y su familia que “la presunción de inocencia” se rompiera “desde el día de su arresto”. “Las autoridades han determinado que será presentada como culpable y eso está mal”, está siendo utilizada como “chivo expiatorio”, añadió.

Sin embargo, los testimonios contra ella son numerosos y la acusan de reclutar y preparar a niñas para que su pareja y otras personas poderosas pudieran abusar sexualmente de ellas, desde 1994 hasta al menos 2004. Aunque ahora que Epstein no está, Ghislaine Maxwell será la única que pueda contar, en caso de que quiera colaborar, qué es lo que realmente pasó a lo largo de esos años.