Apple se posiciona en la carrera del coche autónomo eléctrico reforzando la transformación de la industria del automóvil


La cuota eléctrica del mercado automovilístico en Estados Unidos es solo del 2’6 por ciento
Tesla es el rey del sector pero General Motors y Ford están recortando la distancia que les separa cada vez más rápidamente Apple acaba de posicionarse como un duro competidor
Apple acaba de posicionarse como un duro competidor
En el año que Estados Unidos ha duplicado sus ventas de coches eléctricos solo en sus siete primeros meses, Apple anuncia que en 2025 estará disponible su modelo de conducción autónoma y de cero emisiones. Un vehículo que no tendrá volante ni pedales y que estaría en el mercado antes que el de cualquiera de sus competidores, incluidos Tesla y Waymo.
Todo un hito en la industria de la automoción en un país que no concibe la vida sin coches y que, de enero a julio de 2021, ha conseguido superar el aumento del 30% de la matriculación de los vehículos de la industria tradicional.
MÁS
El Apple Car, el coche eléctrico de Cupertino, será totalmente autónomo y llegará en 2025.https://t.co/coM7OCn0Ox pic.twitter.com/9YoqXnZNjd
— Arquitectura Viva (@arquitect_viva) 19 de noviembre de 2021
Planes oficiales
Algo que es apoyado desde la administración Biden que quiere acelerar la expansión del modelo eléctrico, al mismo tiempo que refuerza la legislación medioambiental. Los objetivos del gobierno son que la mitad de los coches que se vendan en 2030 sean eléctricos, híbridos enchufables o de hidrógeno, un plan que desde la Casa Blanca se difunde desde hace meses, como ocurrió en Detroit, meca de la industria automovilística, el pasado mes de mayo.
“Ahora mismo China es líder en esta carrera. Es un hecho. Solíamos invertir en investigación y desarrollo más que ningún otro país del mundo. Y China era novena. Ahora somos el número 8 y China es el número 1”, dijo el presidente ante empleados de Ford, ya en mayo, defendiendo su Plan de Infraestructuras, especialmente aquellas que apuestan por la economía verde.
El coche eléctrico en el nuevo proyecto
En el presupuesto recientemente aprobado del Plan de Infraestructuras se pretende invertir en vehículos que no generen emisiones y demanden baterías y materiales fabricados en Estados Unidos, de tal manera que el desarrollo de esta industria impulse también la creación de nuevos puestos de trabajo y la producción nacional.
La idea es aumentar la cuota de mercado de los modelos eléctricos, que en estos momentos es solo un tercio del tamaño del mercado chino. Por eso se invertirán 7’5 millones de dólares para construir la primera red de cargadores de vehículos eléctricos y 5 millones en autobuses que no generen emisiones, incluidos los escolares, que mejorarán las tasas de contaminación y preservarán la salud de sectores de población como la que está en edad escolar.
La industria automovilística
Los tres grandes fabricantes de coches estadounidenses (Ford, General Motors y Stellantis -propietaria de Chrysler-) ya se pronunciaron hace unos meses a favor de apostar por este tipo de vehículos, comprometiéndose a alcanzar en 2030 una cuota del 30% o 40% de mercado, a través de un comunicado. Una iniciativa que sin embargo solo ha sido asumida en su totalidad por Tesla, el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo.
30k Superchargers around the world — and counting pic.twitter.com/Yw7m3cJ6HA
— Tesla Charging (@TeslaCharging) 11 de noviembre de 2021
De hecho, dos de cada tres coches eléctricos vendidos en Estados Unidos son Tesla, cuyas ventas crecieron un 75% en la primera mitad del año. Casi 170.000 unidades de los 255.393 vendidas pertenecían al gigante eléctrico norteamericano, que es el que hasta ahora más ha hecho por impulsar la transición de la industria automovilística, al nuevo modelo, en el país.
Un mercado exiguo
Sin embargo, la cuota eléctrica del mercado automovilístico en Estados Unidos es solo del 2’6%. Y aunque Tesla es el rey del sector, General Motors y Ford están recortando la distancia que les separa cada vez más rápidamente y Apple acaba de posicionarse como un duro competidor. Su objetivo es completar el sistema de conducción autónoma, tras haber conseguido completar gran parte del trabajo centrado en el procesador.
Este chip, según Bloomberg, fue diseñado por el grupo de ingeniería de silicio de Apple y es el componente más avanzado, a nivel interno, de la empresa, siendo capaz de manejar la inteligencia artificial necesaria para la conducción autónoma. Una iniciativa que impulsa la revolución de un mercado que no ha hecho más que empezar una profunda transformación.