Los republicanos cierran filas para frenar el avance del 'impeachment' contra Trump

Los republicanos rechazan las siete enmiendas de los demócratas
Trump está acusado de abuso de poder y obstrucción al Congreso
Tras 13 horas de debate, el Senado estadounidense, controlado por los republicanos, ha rechazado todas las enmiendas de los demócratas para obligar a la Casa Blanca a entregar más documentos y pruebas en la primera jornada del juicio político contra el presidente Donald Trump. El tercer impeachment a un presidente en la historia de Estados Unidos podría cerrarse en apenas dos semanas.
El juicio político comenzó con los senadores votando 53-47 en contra de una moción del líder de la minoría demócrata Chuck Schumer para obtener documentos de la Casa Blanca relacionados con las negociaciones de Trump con Ucrania. Tampoco salió adelante el intento de que declarara el exconsejero de Seguridad Nacional, John Bolton, entre otros.
Los demócratas han pedido al Senado que destituya a Trump por presionar a Ucrania para que investigara al ex vicepresidente Joe Biden, su rival político, y a su hijo, Hunter Biden, y obstruir una investigación sobre el asunto. Trump, quien fue acusado el mes pasado por la Cámara de Representantes de mayoría demócrata por abuso de poder y obstrucción del Congreso, asegura que el juicio político es un intento partidista para evitar su reelección.
Siete enmiendas, rechazadas
El senador demócrata Schumer ha presentado siete enmiendas, que han sido rechazadas por el Senado en una votación muy partidista, ya que los 53 republicanos que integran la Cámara Alta han votado en contra de todas ellas, mientras que los 47 demócratas lo han hecho a favor. Las enmiendas pedían la presentación de documentos de la Casa Blanca o del Departamento de Estado de Estados Unidos y la citación para que testificaran Bolton o el jefe interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney.
El caso contra Trump
El proceso comenzó a raíz de una denuncia presentada por un oficial de los servicios de inteligencia tras una llamada que Donald Trump hizo al presidente de Ucrania el pasado 25 de julio en un intento de presionarle para que abriera una investigación sobre los Biden, paralizando hasta entonces la entrega de más de 300 millones de dólares de ayuda militar a Kiev y aplazando la invitación para una reunión en la Casa Blanca.
Trump mantiene que es víctima de una "caza de brujas" y que su llamada fue "perfecta", a pesar de las contradicciones que se han observado en el Gobierno desde la denuncia del funcionario anónimo por la supuesta campaña de presión a Ucrania.