Segunda noche de disturbios en Wisconsin tras otro caso de brutalidad policial en EE.UU.


Las autoridades han desplegado 200 efectivos de la Guardia Nacional en la ciudad de Kenosha
Un policía blanco disparó el domingo a un hombre negro siete veces por la espalda delante de sus hijos
Cientos de personas han vuelto a salir a la calle en el estado de Wisconsin, en el noreste de Estados Unidos, después de que un hombre negro recibiera siete disparos por la espalda a manos de un policía el domingo en lo que los agentes describieron como un "incidente doméstico". La víctima, Jacob Blake, se encuentra en la UCI de un hospital de Kenosha tras ser sometido a una operación de urgencia.
La policía y los manifestantes se han enfrentado por segunda noche consecutiva en la ciudad de Kenosha, donde ocurrió el tiroteo: el agente disparó a Blake cuando intentaba entrar en su coche. Su abogado, Ben Crump, ha señalado que en el interior del vehículo estaban sus tres hijos, de 3, 5 y 8 años.
En la ciudad de Kenosha, de unos 100.000 habitantes, los manifestantes han roto ventanas y han hecho pintadas en la sede del gobierno local. Además, un grupo de ellos se ha dirigido a la Comisaría y han incendiado varios vehículos. El gobernador Tony Evers ha desplegado a la Guardia Nacional para ayudar a la policía local con un dispositivo de 200 efectivos.
Black youths are trying to break into a store to loot it at the BLM riot in #Kenosha. pic.twitter.com/XIkJD9J3YW
— Andy Ngô 🏳️🌈 (@MrAndyNgo) 25 de agosto de 2020
Las autoridades han declarado un toque de queda de emergencia en un intento por acabar con los disturbios, mientras que la Policía ha aconsejado a los negocios de la zona reconsiderar cerrar antes debido al alto número de robos y hurtos registrados desde el domingo en el marco de las protestas. Ciudadanos armados han tratado de proteger algunos comercios.
Este nuevo caso de brutalidad policial se produce tres meses después de la muerte de George Floyd, que reavivo las protestas antirraciales en Estados Unidos.