Estados Unidos tiene un objetivo: hundir la economía rusa


Si bien Biden mantiene la postura de no enviar soldados a Ucrania e intentar evitar las pérdidas de vidas humanas, las nuevas sanciones van directas al derrumbe de la economía rusa
Se acabaron las medidas disuasorias. La Casa Blanca ya ha agotado los pasos previos antes de poner en marcha acciones que irán destinadas al desplome y aislamiento tecnológico y económico de Rusia. De hecho, Biden ha intentado todo durante estas últimas semanas para no tener que llegar a este extremo: desde la narración en directo de las alarmas emitidas por sus agencias de inteligencia a las amenazas de sanciones económicas más tibias, dirigidas al entorno de Putin y algunas instituciones financieras. Nada de ello ha dado resultado.
El escenario ahora es otro. La entrada de miles de soldados cruzando la frontera, los tanques en suelo ucraniano y los bombardeos con misiles han provocado que Estados Unidos pierda la paciencia. Si bien se mantiene la postura de no enviar soldados a Ucrania e intentar que las pérdidas de vidas humanas sean las menos posibles, las nuevas sanciones van directas al derrumbe de la economía rusa.
Medidas
Y se hará a través de un paquete de sanciones “diseñado especialmente para permitir que continúe el suministro de energía” en el resto de países, sin que afecte a los mercados mundiales de petróleo, pero con restricciones a las importaciones rusas, especialmente las tecnológicas, sanciones a sus bancos y prohibiciones de comercio con ciertas empresas controladas por el estado, según dijo Biden en su alocución de ayer.
“Putin es el agresor. Putin eligió esta guerra. Y ahora él y su país asumirán las consecuencias” https://t.co/IZhnUCRTAO
— CNN en Español (@CNNEE) 24 de febrero de 2022
Sin embargo, solo al final y contestando a la pregunta de un periodista, Biden se refirió a la posibilidad de expulsar a Rusia del SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication), la red de seguridad para hacer procesar pagos de un país a otro, que identifica a los bancos incluidos en dichas operaciones, y que llevaría a la expulsión rusa de las transacciones internacionales. El presidente señaló que de momento no se tomaría esa medida, ya que las sanciones adoptadas son las más “fuertes aplicadas” hasta el momento y ”ya están funcionando”.
De hecho, Biden ha asegurado que “el rublo nunca ha estado tan débil como ahora mismo”, al igual que la bolsa rusa, que hoy se ha desplomado un 33’28%. Y si bien se espera que esta incertidumbre afecte también al resto de mercados financieros, “vamos a permanecer unidos para revertir la situación”, añadió el presidente estadounidense.
Otras potencias
También el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció ayer la congelación de los activos de más de cien empresas y personalidades rusas, entre los que se encuentran el banco VTB, la exclusión de ciertos bancos de su sistema financiero y la prohibición de que la línea aérea Aeroflot opere en el Reino Unido. La causa: “lanzar la potencia de la maquinaria militar rusa contra un vecino libre y pacífico, violando su promesa explícita y todos los principios del comportamiento civilizado entre estados”, según palabras de Johnson.
En términos parecidos se manifestó Joe Biden cuando acusó a Rusia de haber rechazado “todo esfuerzo de buena fe para evitar el conflicto y sufrimiento humano”, dejando claro que tanto Estados Unidos como el resto de los países miembros de la OTAN son conscientes de que “Putin es el agresor y debe pagar por ello” , por lo que se mantendrán “unidos y fuertes ante esta agresión”, en apoyo de Ucrania.
In response to President Putin's unprovoked aggression against Ukraine, the United States, along with Allies and partners, is imposing severe and immediate economic costs on Russia.
— The White House (@WhiteHouse) 24 de febrero de 2022
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Consecuencias
Sin embargo, a pesar de la unidad esgrimida por los 27 países miembros de la OTAN y las conversaciones mantenidas por Biden antes de realizar este anuncio con los dirigentes de Italia, Francia, Alemania, Canadá, Japón y Reino Unido, ya se están dejando sentir los efectos secundarios. El incremento del precio del petróleo y las turbulencias en las bolsas europeas son solo algunas de ellas.
Y aunque Estados Unidos no es un gran importador de productos rusos hay algunos, como la gasolina, que ya están subiendo su coste. También las acciones de algunas empresas estadounidenses como Boeing cayeron ayer hasta un 4%, por las restricciones que puede haber en el suministro de titanio desde Rusia, que ejerce como proveedor de este elemento desde 1990.
A futuro
Si todo esto no consiguiera desanimar a Putin de retirarse de Ucrania, Biden dejó claro que Washington podría ir más allá en la aplicación de nuevas medidas que limitarían la capacidad rusa de hacer negocios en dólares, euros, libras y yenes, lo que deja abierta la posibilidad de apretar el cerco económico.
Para avanzar con las sanciones, la Organización de los países del Tratado del Atlántico Norte se reunirá hoy, al igual que hicieron los miembros del G7 ayer. Todos juntos seguirán avanzando para aplicar “paquetes devastadores de sanciones y otras medidas económicas con el fin de que Rusia rinda cuentas”, dijo Biden cerrando su discurso. Unas acciones que llegan tras el fallo de la diplomacia y abren un escenario incierto.