América Latina bate récords de violencia en 2019

La región se mantiene como la más peligrosa para los defensores de los DDHH y con el problema de la violencia de género sin resolver
Según Amnistía Internacional en México hubo más de 35.500 asesinatos en 2019
La región de las Américas vivió un 2019 marcado por las protestas en distintos países contra la violencia, la desigualdad, la corrupción y la impunidad, pero también por dos grandes crisis migratorias, la de Venezuela y la del Triángulo Norte centroamericano, frente a las que los dirigentes adoptaron posturas cada vez más intolerantes y autoritarias, según denuncia Amnistía Internacional en su último informe.
Mientras millones de ciudadanos se echaban a las calles en Bolivia, Ecuador o Venezuela, entre otros, otros muchos se veían obligados a huir de sus países en busca de seguridad. Además en varios países de la región se optó por restringir el derecho de manifestación y el derecho a solicitar asilo lo cual constituye "un flagrante desprecio de las obligaciones contraídas en virtud del derecho tanto nacional como internacional", lamenta Amnistía Internacional en su último informe.
La respuesta frente a los movimientos de protesta para exigir rendición de cuentas y respeto por los Derechos Humanos en países como Venezuela, Honduras, Puerto Rico, Ecuador, Bolivia, Haití, Chile y Colombia, fue en general mediante tácticas represivas y a menudo cada vez más militarizadas, en lugar de establecer mecanismos para promover el diálogo y abordar los motivos de preocupación de quienes se manifestaban, denuncia el informe.
Venezuela, el régimen más represivo
En concreto, denuncia la represión "especialmente severa" en Venezuela, donde las fuerzas del Gobierno de Nicolás Maduro "cometieron crímenes de Derecho Internacional y graves violaciones de Derechos Humanos", entre ellas ejecuciones extrajudiciales, que podrían constituir crímenes de lesa humanidad.
Para la directora para las Américas de Amnistía, Erika Guevara Rosas, "el año 2019 trajo consigo un nuevo ataque a los Derechos Humanos en gran parte de las Américas, con dirigentes intolerantes y cada vez más autoritarios que recurrían a tácticas cada vez más violentas para impedir a las personas protestar o buscar seguridad en otro país".
México: más de 35.500 asesinatos en 2019
Por otra parte, Latinoamérica volvió a ser en 2019 la región más peligrosa para defensores de Derechos Humanos, de derechos de la tierra o el medioambiente, ya que se vieron expuestos a homicidios selectivos, criminalización, desplazamiento forzado y acoso. Colombia vuelve a ser una vez más el país más letal para los defensores de los Derechos Humanos, con al menos 106 asesinatos, en su mayoría de líderes indígenas y campesinos, mientras el encarnizado conflicto armado interno seguía azotando el país, pese a la Acuerdo de Paz.
En el caso de México, fue uno de los países más mortíferos para los periodistas, con al menos 10 asesinados. Además, registró una cifra récord de homicidios, más de 35.500, ante la continuación por parte del presidente, Andrés Manuel López Obrador, de "fallidas estrategias de seguridad" que ya se han usado en le pasado, entre las que resalta la creación de una Guardia Nacional militarizada y la aprobación de una "alarmante" ley sobre el uso de la fuerza.
Las mujeres, las más débiles
Según Amnistía, pese a algunos progresos y el surgimiento de diversos movimientos en defensa de los derechos de las mujeres en las Américas, la violencia de género sigue estando muy extendida. Además, en 2019 apenas se han constatado avances en lo relativo a los derechos sexuales y reproductivos La responsable para las Américas de Amnistía sostiene que "la lucha por los Derechos Humanos es más urgente que nunca" en este 2020 en un momento en que "el malestar social, la inestabilidad política y la destrucción medioambiental en la región son aún mayores". Y que nadie se engañe, agrega, " los dirigentes políticos que predican el odio y la división en un intento por demonizar y minar los derechos de otras personas se encontrarán en el lado equivocado de la historia".
Con el inicio de esta nueva década, insiste Guevara Rosas, "no podemos permitirnos que los gobiernos de las Américas sigan repitiendo los errores del pasado". "En lugar de restringir los derechos por los que tanto se ha luchado, los gobiernos deben utilizarlos como base y trabajar para crear una región en la que todas las personas puedan vivir libres y seguras", advierte.