Casi 5.000 detenidos en una nueva jornada de marchas por la liberación del opositor ruso Alexei Navalny


La Policía ha cerrado el centro de Moscú ante una nueva jornada de protestas convocadas en un centenar de ciudades rusas
Activistas en favor del opositor ruso denuncian que ya se han producido casi 5.000 detenciones de manifestantes en el este de Rusia
La esposa del opositor ruso ha vuelto a ser arrestada tras su detención en las protestas del pasado domingo
Rusia enfrenta una nueva jornada de domingo de protestas y manifestaciones contra el encarcelamiento Alexei Navalny. Nuevo pulso entre el Kremlin y los simpatizantes del opositor ruso, una semana después de las protestas que el pasado domingo se saldaron con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, más de 3.400 detenidos y unos 40 policías heridos.
Los opositores vuelven a salir a las calles de Moscú y otras ciudades rusas en una semana en la que a mayoría de los asesores de Navalny que aún no estaban en prisión ha sido detenidos y el la que el opositor ha comparecido por fin en público tras su detención el 17 de enero.
"No se puede asustar a las decenas de millones de personas que han sido robadas por las autoridades", declaró Navalny el pasado jueves durante su comparecencia virtual ante un tribunal de la región de Moscú. "Me alegra ver que cada vez más personas ven que la ley y la verdad están de nuestro lado, y que somos la mayoría", añadió.
Más de 3.000 detenidos este domingo
Un total de 4.938 personas han sido detenidas durante las manifestaciones para exigir la liberación del opositor ruso según el recuento de la organización civil OVD.
La ciudad en la que se han producido más arrestos es Moscú, donde OVD contabiliza 1.564 detenciones, seguida de San Petersburgo, donde han sido arrestadas 1.109 personas; Krasnoyarsk, con 194; Nizhni Novgorod, con 178; Tver, con 124; Voronezh, con 122; Vladivostok, con 122 detenidos; Novosibirsk, con 103 detenciones. Había manifestaciones convocadas en más de un centenar de ciudades, según el equipo de Navalni.
La defensora del Pueblo de Moscú, Tatiana Potiaeva, ha confirmado por el momento 120 arrestos y ha destacado que todo el mundo tiene derecho a expresar libremente su opinión, aunque "todo lo que está fuera de la ley es contraproducente".
Entre los detenidos en Moscú está Yulia Navalnaya, esposa del opositor Navalny, arrestada poco después de publicar una foto suya en Instagran en una calle de la capital.
Hace una semana la propia Navalnaya fue detenida en otra protesta a favor de su marido.
La Policía cierra el centro de Moscú
La Policía rusa ha cerrado el centro de Moscú el la zona que iba a ser escenario de la principal concentración de este domingo por la liberación Navalny.
La Policía antidisturbios ha vallado el centro de la ciudad para impedir que los manifestantes lleguen al punto final de la concentración, en las inmediaciones de la sede del Servicio Federal de Seguridad ruso, a quien Navalny acusó de orquestar su intento de asesinato el pasado mes de agosto con el agente nervioso Novichok.
La acción policial ha llevado a los organizadores a señalar a los simpatizantes nuevos puntos de encuentro. En este sentido, cientos de personas se están dirigiendo ahora a la estación de Krasnye Vorota, donde también han comenzado a llegar efectivos de la Policía.
Navalny, de 44 años, fue detenido el 17 de enero al regresar a casa desde Alemania, donde se recuperó de un envenenamiento por un agente nervioso casi fatal que él y Occidente atribuyeron al servicio secreto de Putin. Su encarcelamiento provocó llamamientos de la comunidad internacional para su liberación inmediata, incluida una apelación esta semana en una llamada telefónica del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Putin ha rechazado cualquier responsabilidad de las autoridades rusas en el supuesto envenenamiento sufrido por Navalny y ha apelado al "marco de la ley" para la convocatoria de cualquier movilización a favor del opositor en el país euroasiático.
Protesta no autorizada
El departamento de Interior de Moscú ha informado de unos 2.000 manifestantes. "Un acto público no autorizado ha tenido lugar en la ciudad de Moscú, en el que, para las 14.30 horas, han participado alrededor de 2.000 personas, incluidos representantes de medios de comunicación", explica, según recoge la agencia de noticias oficial, Sputnik.
Según las autoridades moscovitas, unos 600 participantes intentaron caminar de manera coordinada por las aceras de varias calles de la ciudad. "La Policía, en cooperación con otras agencias de seguridad, sigue velando por el orden público en la ciudad", ha indicado.
En San Petersburgo, donde se han producido 467 detenciones, la Policía habría empleado gas lacrimógeno y pistolas táser contra los manifestantes.
Condena internacional
En respuesta a las detenciones, el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, ha condenado la dureza de la intervención policial. "Estados Unidos condena el uso persistente de tácticas duras contra manifestantes pacíficos y periodistas por parte de las autoridades rusas por segunda semana consecutiva", ha apuntado Blinken en Twitter.
The U.S. condemns the persistent use of harsh tactics against peaceful protesters and journalists by Russian authorities for a second week straight. We renew our call for Russia to release those detained for exercising their human rights, including Aleksey Navalny.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) January 31, 2021
"Insistimos en pedir a Rusia la liberación de los detenidos por ejercer sus Derechos Humanos, incluido Alexei Navalny", ha añadido el nuevo jefe de la Diplomacia estadounidense.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha emplazado a Washington a cesar en su "burda injerencia en los asuntos internos de Rusia" y ha criticado la "promoción de desinformación y los llamamientos a acciones no autorizadas por parte de las plataformas digitales controladas por Washington".
"No hay dudas de que las acciones destinadas a alentar las protestas son parte de la estrategia de contención contra Rusia", ha subrayado el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
Avalancha de protestas
Fuentes próximas al Gobierno ruso han reconocido a Bloomberg cierta preocupación por la situación que se está generando en las calles y buscan formas de enfriar el descontento popular que ha estado hirviendo en medio de la caída de los ingresos y las restricciones del coronavirus.
"Navalny ha provocado una avalancha", considera Eugeni Gontmakher, un destacado economista ruso. "La gente ya estaba descontenta con la caída de sus ingresos y la pandemia", añade sobre la situación actual bajo Vladimir Putin, líder del gobierno más largo desde Stalin.
En julio, Putin impulsó cambios constitucionales que le permitirían permanecer como presidente hasta 2036. Su popularidad el año pasado cayó a un mínimo histórico en medio del bloqueo de Covid-19, pero desde entonces se ha recuperado un poco. Ha sobrevivido a varias oleadas anteriores de protestas contra el Kremlin y ha endurecido constantemente las restricciones a las manifestaciones públicas.
Después de años de ignorar en gran parte al activista contra la corrupción, el Kremlin ha comenzado a intentar refutar sus acusaciones. A principios de esta semana, Putin denunció las protestas como "peligrosas" y desestimó las afirmaciones en un video publicado por Navalny de que posee un palacio gigante del Mar Negro de 1.300 millones de dólares. El clip tiene casi 100 millones de visitas. Este sábado, un magnate aliado del presidente aseguró que la mansión era, en realidad, suya.
El miércoles por la noche, la Policía detuvo al hermano de Navalny, Oleg, y a dos aliados, Liubov Sobol y Anastasia Vasilyeva, durante 48 horas bajo sospecha de haber violado las restricciones contra la COVID-19.
También abrieron una causa penal contra uno de los principales asesores del líder de la oposición, Leonid Volkov, alegando que alentaba a los menores a participar en las protestas no autorizadas. El propio líder de la oposición está acusado de violar la libertad condicional bajo una sentencia suspendida mientras se recuperaba del ataque de agosto en Alemania. Se enfrenta a una sentencia de prisión de tres años y medio en una audiencia del 2 de febrero.
La dura respuesta del Gobierno refleja la preocupación de que las manifestaciones estén mucho más extendidas que en el pasado, en opinión de Natalia Zubarevich, jefa de estudios regionales del Instituto Independiente de Política Social de Moscú. Aún así, espera que se desvanezcan como lo hicieron los anteriores. "Se desahogarán y se cansarán de salir a la calle", anticipa.
Pavel Malyi, un destacado banquero de inversiones que estuvo entre los manifestantes en Moscú hace una semana, dijo que una sensación de injusticia está impulsando a la gente. "Es necesario respetar los derechos básicos", dijo. "Quiero poder mirar a mis hijos a los ojos", añade.
Las encuestas ordenadas por el Kremlin están mostrando un creciente reconocimiento y apoyo para el activista, especialmente entre los jóvenes, según una persona familiarizada con las cifras, que no se han hecho públicas.
El aliado de Navalni, Volkov, considera que el fallo del jueves que lo mantuvo en la cárcel demuestra que los opositores a Putin no tienen otra opción que seguir manifestándose. "La calle tiene que tener la última palabra, no hay otra manera", aseveró en Twitter.