Asaltan el Parlamento de Armenia tras el acuerdo con Azerbaiyán para poner fin a la guerra en Nagorno Karabaj


Armenia devolverá varias regiones a Azerbaiyán, según el acuerdo firmado también con Rusia
Moscú desplegará 1.900 soldados para "mantener la paz" en la región
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, ha anunciado que ha firmado una declaración con los gobiernos de Rusia y Azerbaiyán para alcanzar a partir de este martes el cuarto alto el fuego en Nagorno Karabaj, desde que comenzaron nuevamente las hostilidades a finales de septiembre.
Pashinian ha comunicado a través de su cuenta de Facebook que "el texto de la declaración es increíblemente doloroso" para el pueblo armenio, pero ha tomado la decisión "como resultado de un profundo análisis de la situación militar" y "basado en la creencia de que esta es la mejor solución". El acuerdo contempla la devolución de varias regiones bajo poder armenio a la República de Azerbaiyán, como Aghdam, Gazakh, Kelbajar, o de Lachin antes de final de año.
Decenas de manifestantes han acudido a la sede del Gobierno en Ereván, rompiendo algunas puertas y ventanas del edificio, e incluso irrumpiendo en la oficina del primer ministro Pashinian, según ha contado la televisión pública del país.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, ha comunicado que Rusia desplegará un contingente de 1.960 soldados para realizar, junto a Turquía, labores "para mantener la paz" a lo largo del corredor que conecta Karabaj con la ciudad de Lachin. Además el contingente militar incluirá 90 vehículos blindados de transporte y 380 unidades móviles y otros equipos especiales.
Cuarto alto el fuego
El nuevo alto el fuego entra en vigor a partir de la media noche de este martes 10 de noviembre, hora de Moscú, y contará en esta ocasión con mayor presencia militar extranjera con el fin de evitar que se viole, como los tres anteriores, pocas horas después de ser anunciado.
Uno de los puntos del acuerdo decreta la presencia militar rusa en Nagorno Karabaj durante los próximos cinco años, con una posible prórroga de otros cinco siempre y cuando los gobiernos de Armenia y Azerbaiyán se muestren de acuerdo.
El corredor de Lachin, región que deberá quedar nuevamente bajo administración de Azerbaiyán antes del primero de diciembre de 2020, deberá contar antes de los siguientes tres años con un plan para la construcción de una nueva ruta que comunique la ciudad azerí de Stepanakert con Armenia, corredor que quedará bajo protección de las fuerzas rusas.
Las tres partes han acordado también el intercambio de prisioneros de guerra, así como la repatriación de cadáveres y el resto de personas detenidas, mientras que los desplazados internos y los refugiados regresarán a Nagorno Karabaj y a otras áreas adyacentes con el auspicio y la colaboración de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Por último, Armenia deberá proporcionar la libre circulación de ciudadanos, mercancías y vehículos entre las regiones occidentales de Azerbaiyán y la República Autónoma de Nakhichevan, bajo administración azerí, y serán nuevamente las fuerzas rusas quienes se encarguen de custodiar estas vías de comunicación.
Conflicto estancado
La región de Nagorno Karabaj, cuya soberanía se disputan desde hace décadas Armenia y Azerbaiyán, está sufriendo una espiral bélica desde finales de septiembre. Los enfrentamientos se mantienen a pesar de que se han acordado tres altos el fuego que han sido incumplidos en cuestión de horas.
La región forma parte oficialmente del territorio de Azerbaiyán pero tiene mayoría de población armenia y está controlada de facto por Armenia desde el final de la última guerra, en 1994, cuando las fuerzas militares armenias se hicieron con el control de este enclave y de varios distritos azeríes colindantes.
Con más de mil muertos, la reciente ola de enfrentamientos ha sido la más mortífera desde que ambos países libraran la guerra a finales de los años ochenta, mientras que decenas de miles de civiles se han visto obligados a desplazarse ante el recrudecimiento de los ataques, según Naciones Unidas.