Arrestan a tres exdiputados de Hong Kong por arrojar bombas fétidas en la Cámara

Ted Hui, Ray Chan y Chu Hoi-dick dimitieron hace días tras el despido de compañeros contrarios a las políticas de Pekín
Un de ellos dejó caer en mayo una planta podrida en medio de un debate legislativo
La policía de Hong Kong ha arrestado a tres exdiputados por estar involucrados en los incidentes de mayo y junio en los que arrojaron bombas fétidas dentro de las Cámara como parte de las protestas en favor de la democracia que sacuden la antigua colonia británica en territorio chino desde hace más de un año.
Los arrestos se producen después de que los detenidos renunciasen la semana pasada después del despido de cuatro compañeros en lo que consideran como otro impulso de Pekín para reprimir la democracia en la ciudad. Han sido los propios Ted Hui, Ray Chan y Chu Hoi-dick los que han confirmado los arrestos en sus páginas de Facebook.
La policía ha asegurado tras realizar una investigación que aún continúa abierta, que los tres hombres han sido acusados por intentar usar sustancias nocivas con la intención de causar daño, lesiones mentales o irritación a otras personas.
Imágenes de directos de televisión mostraron en junio a los diputados Eddie Chu y Ray Chan corriendo frente de la cámara durante un debate sobre un controvertido proyecto de ley que criminalizaría la falta de respeto al himno nacional de China. Para su protesta, arrojaron un líquido apestoso sobre los vigilantes presentes en el acto, obligando a intervenir a policías y bomberos.
Antes, en mayo, Ted Hui había dejado caer una planta podrida en medio de la reunión legislativa. Los oficiales se presentaron en casa de Hui para arrestarlo acusado de perturbar los procesos legislativos, y especialmente a Andrew Leung, presidente del consejo.
La situación en Hong Kong es muy tensa desde hace más de un años a pesar de la promesa de Pekín de ampliar la autonomía para esta excolonia británica bajo una fórmula de "un país, dos sistemas", acordada cuando ésta volvió a ser parte de China en 1997.
Pero el gobierno chino niega estar restringiendo los derechos y libertades en este enclave financiero mundial. Lo que ha llevado a las autoridades de Hong Kong y Pekín a movilizarse para sofocar las protestas contra el gobierno que estallaron el año pasado y afectaron a toda la ciudad.