China: de asfixiar las protestas de Hong Kong a denunciar "el doble rasero" en las de Estados Unidos


Pekín recorta libertades en Hong Kong y los defensores de la democracia desafían la prohibición de concentrase
El régimen critica la respuesta de Washington a las protestas raciales
Crystal tiene 21 años, vive en Hong Kong y ha solicitado asilo en la otra punta del mundo, en Canadá. Aún debe contárselo a sus padres, le explica a la Agencia France Presse. Durante meses, la joven estuvo en la primera línea de las manifestaciones a favor de la democracia; pero ahora quiere escapar del control del régimen de Pekín, de la pérdida de libertades y de la nueva ley de seguridad nacional que sofocará cualquier conato de protesta.
Como ella, otro medio centenar de hongkoneses ha pedido asilo en Canadá. Otros lo hacen en Taiwan, cuya presidenta se ha mostrado dispuesta a abrirles las puertas. También lo ha hecho Reino Unido, que no descarta otorgar la ciudadanía a los habitantes de la excolonia británica que nacieron antes de 1997, fecha del traspaso de la soberanía a China. Pero los más jóvenes, los protagonistas del movimiento en la calle, no podrán beneficiarse. El gran centro financiero de Asia se mueve ahora en un nuevo escenario; durante décadas, fue una ciudad a la que ir, no de la que huir. Pero la nueva ley de Pekín es la muerte de la premisa "un país dos sistemas" que regía hasta ahora en Hong Kong.

Los habitantes de la excolonia británica, sin embargo, se resisten a perder sus derechos. Durante esta semana, decenas de miles de hongkoneses han desafiado la prohibición del régimen chino de concentrarse en memoria de las víctimas de la matanza en la plaza de Tiananmén, en 1989 en Pekín. Partidarios de la libertad han asistido a una gran vigilia. Por otro lado, el Parlamento de Hong Kong ha aprobado la polémica ley que convierte en crimen las faltas de respeto al himno chino.
La mirada puesta en las protestas estadounidenses
Pekín asfixia cualquier intento de protesta dentro de su territorio y, al tiempo, se frota las manos con las que se suceden estos días en Estados Unidos tras las muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco. Al régimen chino le enfadó el apoyo de Washington a las manifestaciones prodemocráticas del año pasado en Hong Kong. Ahora habla del "doble rasero" de Estados Unidos.
La jefa de Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam -que recibe el apoyo de Pekín- ha criticado la respuesta del país norteamericano a las protestas dentro de sus fronteras. "Valoran mucho su propia seguridad nacional, pero se muestran partidistas respecto a la nuestra", ha apostillado, según ha informado el diario South China Morning Post.
Los medios estatales chinos ofrecen amplia cobertura de esas manifestaciones. Hablan de brutalidad policial de caos, de injusticia... Activan la maquinaria de la propaganda para lanzar el mensaje de que en China hay mayor "estabilidad social" y atacan la posición de Washington sobre la defensa de la libertad y la democracia.
La agencia de noticias Xinhua ha definido los disturbios en Estados Unidos como "el hermoso paisaje de Pelosi", informa la BBC. Se ha referido, así, al comentario de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, el verano pasado; esta afirmó que las protestas de Hong Kong eran "un espectáculo hermoso para la vista". Ahora son los políticos estadounidenses quienes pueden "disfrutar de esa vista desde sus propias ventanas", sentencia el diario chino Global Times.