El descontento social desata una oleada masiva de protestas en Irak

La falta de empleo, el mal estado de los servicios públicos y la corrupción han sido los detonantes de las manifestaciones
Al menos 160 personas han fallecido a causa de los enfrentamientos entre manifestantes y Policía
El primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, ha prometido nuevas reformas, pero las protestas y los enfrentamientos no han cesado
La furia no cesa en Irak. Miles de manifestantes, en su mayoría hombres jóvenes, han tomado de nuevo las calles de la capital y de otras grandes ciudades del país para mostrar su malestar con el gobierno de Adel Abdul Mahdi. Cansados de la falta de empleo, del mal estado de los servicios públicos y de la corrupción, los ciudadanos llevan desde el pasado 1 de octubre exigiendo cambios sustanciales al Gobierno.
Al menos 160 personas han muerto a causa de los enfrentamientos entre manifestantes y Policía, que comenzaron cuando las multitudes concentradas intentaron acceder a la Zona Verde de Bagdad, un barrio fortificado donde se albergan las principales instituciones y embajadas.
Los agentes han utilizado gases lacrimógenos, cañones de agua, granadas aturdidoras y otros aparatos para reprimir las protestas. Además, las fuerzas de seguridad han disparado con munición real. Disparos que en teoría se dirigían al aire para dispersar a quienes se habían concentrado. Sin embargo, una comisión gubernamental se ha visto forzada a admitir que el 70% de los fallecidos tenía heridas de bala en la cabeza o el pecho.
Mahdi rectifica aunque no soluciona el problema
La Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Irak (UNAMI) expresó este martes su preocupación por la actuación de las fuerzas de seguridad del país asiático y reveló que sus investigaciones habían detectado indicios "creíbles" de que se produjeron "graves" violaciones de los derechos humanos.
Tras estas informaciones, el primer ministro iraquí rectificó y anunció este jueves el cese de varios altos cargos de las fuerzas de seguridad, incluido el jefe del Mando de Operaciones en Bagdad. Además, el dirigente lanzó una promesa de nuevas reformas, que vendrían de la mano de una remodelación de su gabinete de Gobierno.
Sin embargo, las promesas del Primer Ministro no han conseguido calmar los ánimos. Las protestas no han cesado y los manifestantes han vuelto a salir a las calles del país. La violencia tampoco ha desaparecido y al menos otras dos personas han fallecido y 227 han resultado heridas en el marco de los enfrentamientos de los civiles con las fuerzas de seguridad.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos se ha hecho eco de los informes conocidos en las últimas semanas y ha instado a las autoridades a investigar y juzgar a los responsables de los abusos detectados durante las protestas.