La odisea de Angela Jones: atrapada en un crucero sin casos de coronavirus

Camboya anuncia que permitirá el desembarco este jueves
Cinco países habían rechazado la llegada del barco
El crucero zarpó de Hong Kong el pasado 1 de febrero
Desde hace casi dos semanas, Angela Jones viaja en un crucero sin rumbo. Esta empresaria estadounidense, vecina del estado de Georgia, embarcó en el MS Westerdam en Hong Kong el pasado 1 de febrero. Desde entonces no ha pisado tierra firme. Todas las escalas previstas en el itinerario han rechazado el desembarco del pasaje por temor al coronavirus, a pesar de que ninguna de las 2.257 personas a bordo, 1.455 pasajeros y 802 tripulantes, presentan los síntomas.
El último país en sumarse a la larga lista ha sido Tailandia, donde tenían previsto desembarcar este jueves. Su ministro de Sanidad les ha negado el permiso para atracar en Bangkok. Todo por temor a que algún pasajero esté infectado. Angela Jones ha grabado un mensaje para tranquilizar a su familia y para denunciar la situación que viven a bordo. Asegura que la tripulación les toman la temperatura de forma regular y que nadie ha dado positivo en ningún control rutinario.
Ajedrez, puzzles, póker y 'whisky'
"Tratamos de ser optimistas porque es lo que único que nos queda. Pero cada día se nos hace más difícil", ha explicado la estadounidense mientras navega por aguas de Tailandia. Cuenta que pasan las horas jugando al ajedrez o al póker, haciendo puzzles, degustando whisky o en conferencias varias; algunas sobre la historia de China. El barco es propiedad de Carnival Corp, una empresa con sede en Miami. Antes de Tailandia, el crucero había sido rechazado en Japón, Taiwán, Guam y Filipinas.
Camboya sí permitirá el desembarco
Ahora Camboya ha anunciado que sí permitirá al crucero atracar en el puerto de Sihanoukville este jueves. Un halo de esperanza. El pasaje, según Angela Jones, está preocupado ante un posible desabastecimiento de combustible, comida y medicinas, sobre todo entre la gente mayor. Todos están muy pendientes de lo que ocurre en el Diamond Princess, el barco en cuarentena en el puerto de Yokohama (Japón) con 175 casos confirmados entre las 3.700 personas a bordo. Jones se queja de que en su caso, llevan en cuarentena casi dos semanas sin nadie infectado entre el pasaje.