Mostrar los tobillos, reír, estudiar o vestir colores llamativos: las prohibiciones de los talibán a las mujeres

La asociación de mujeres afganas RAWA denuncia las restricciones que impone el régimen fundamentalista
Corresponsales extranjeras ya están cambiando su forma de vestir y adaptándola a las prendas que exige la ley islámica
La toma de la capital de Afganistán por parte del régimen talibán, tras la retirada de las tropas estadounidenses hace temer un nuevo recorte de derechos y libertades que podría afectar especialmente a las mujeres, principales beneficiadas del fin en 2001 del denominado Emirato Islámico, bajo el que no podían ni estudiar ni trabajar.
Los talibán aplicaban entonces una estricta interpretación religiosa según la cual básicamente las mujeres no podían tener ningún tipo de vida pública, ocultas a ojos de cualquiera que no fuese su marido o guardián varón. Quienes incumpliesen sus normas se arriesgaban a castigos bárbaros, incluida la lapidación pública.
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Una treintena de prohibiciones
La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán RAWA, es una organización político social de mujeres afganas, fundada en Kabul en 1977, que lucha por los derechos humanos y la justicia social en Afganistán, y que ha denunciado las numerosas restricciones impuestas por el régimen fundamentalista.
Desde hace años RAWA advierte de los castigos y maltratos que pueden sufrir las mujeres que infrinjan alguna de las prohibiciones que fueron impuestas por los talibanes durante su mandato entre 1996 y 2001. Estas incluyen:
- Completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares. Se aplica también a profesoras, ingenieras y demás profesionales. Sólo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul.
- Completa prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que sea acompañadas de su mahram (parentesco cercano masculino como padre, hermano o marido).
- Prohibición a las mujeres de cerrar tratos con comerciantes masculinos.
- Prohibición a las mujeres de ser tratadas por doctores masculinos.
- Prohibición a las mujeres de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa. (los talibán han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos).
- Requerimiento para que las mujeres lleven un largo velo (burka), que las cubre de la cabeza a los pies.
- Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su mahram.
- Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos.
- Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio (un gran número de amantes son lapidados hasta la muerte bajo esta regla).
- Prohibición del uso de cosméticos.
- Prohibición a las mujeres de hablar o estrechar las manos a varones que no sean mahram.
- Prohibición a las mujeres de reír en voz alta (ningún extraño debe oír la voz de una mujer).
- Prohibición a las mujeres de llevar zapatos con tacones, que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oír los pasos de una mujer).
- Prohibición a las mujeres de montar en taxi sin su mahram.
- Prohibición a las mujeres de tener presencia en la radio, la televisión o reuniones públicas de cualquier tipo.
- Prohibición a las mujeres de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo.
- Prohibición a las mujeres de montar en bicicleta o motocicletas, aunque sea con sus mahrams.
- Prohibición a las mujeres de llevar indumentarias de colores vistosos. En términos de los talibán, se trata de "colores sexualmente atractivos".
- Prohibición a las mujeres de reunirse con motivo de festividades como el 'Eids' con propósitos recreativos.
- Prohibición a las mujeres de lavar ropa en los ríos o plazas públicas.
- Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra "mujer".
- Prohibición a las mujeres de asomarse a los balcones de sus pisos o casas.
- Opacidad obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera de sus hogares.
- Prohibición a los sastres de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina.
- Prohibición del acceso de las mujeres a los baños públicos.
- Prohibición a las mujeres y a los hombres de viajar en el mismo autobús.
- Prohibición de vestir pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burka.
- Prohibición de fotografiar o filmar a mujeres.
- Prohibición de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas.
Además, desde RAWA señalan también que el régimen prohibe escuchar música, ver películas, televisión y vídeos (también a los hombres) e impone severas normas en cuanto a la indumentaria o la práctica de la oración en las mezquitas.
Retroceso en la libertad
El regreso de los talibanes al poder en Afganistán deja muestras ya del retroceso que puede suponer para los derechos de las mujeres. Apenas unas horas después de que tomaran el mando de la capital del país, la corresponsal de CNN en el país, Clarissa Ward, ha cambiado su indumentaria.
Si este domingo informaba de lo sucedido vestida con colores vivos, maquillada y mostrando su cabello, el lunes, solo 24 horas despues, lo hacía ya cubierta por un velo islámico que mostraba unicamente su rostro. Así recorría Kabul asegurando estar sintiéndose "testigo" de un momento histórico.
On the streets of Kabul today- feel we are witnessing history pic.twitter.com/wcVKzbT6oJ
— Clarissa Ward (@clarissaward) 16 de agosto de 2021
Abusos contra las mujeres
Durante estos últimos años, los talibán han tratado de lavar su imagen, hasta el punto de que uno de los representantes en las negociaciones de paz con el Gobierno, Suhail Shaheen, ha asegurado a la cadena británica BBC que ahora quieren que las mujeres sigan teniendo acceso a clases y empleos.
"Respetaremos los derechos de las mujeres", ha prometido este portavoz, que sin embargo ya ha anticipado algunas restricciones, como que por ejemplo las mujeres deberían vestir al menos hiyab, un tipo de velo que cubre al menos la cabeza y el pecho y deja el rostro al descubierto.
Los talibán también han tratado de desmentir las informaciones sobre supuestos abusos contra las mujeres en las zonas que han ido conquistando en estos últimos días, si bien desde la ONU, su Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió la semana pasada de que las informaciones que llegaban del país asiático eran cuanto menos preocupantes.
"Hemos recibido informaciones de mujeres y niñas de varios distritos bajo control de los talibán a las que se prohíbe salir de casa sin un guardián masculino", avisó, en un mensaje de advertencia sobre las consecuencias que podría acarrear para los civiles la ofensiva talibán, especialmente para los colectivos más vulnerables.