Irán: las protestas que ponen al régimen contra las cuerdas

Estallan las críticas contra las autoridades iraníes
Indignación por las víctimas del avión ucraniano abatido por Teherán
Los gritos se escuchan en las calles de Teherán y otras ciudades iraníes: "¡Mentirosos! ¡Muerte al dictador! ¡Líderes incompetentes!". Manifestantes indignados desafían al régimen tras reconocer este –después de ocultar la verdad durante tres días- que derribó "por error" el avión de pasajeros Ukranian International Airlines en el que murieron 176 personas (la mayoría, iraníes y canadienses).
En este convulso escenario, el líder supremo Alí Jamenei decidía tomar la palabra en la oración del viernes, por primera vez en ocho años. Sin resquicio para la autocrítica, focalizaba su discurso en el enemigo norteamericano y llamaba "payaso" a Donald Trump tras el asesinato, con un dron estadounidense, del poderoso general iraní Qasen Soleimani.

Las autoridades apelan a la unidad del país ante el agresor exterior; pero las protestas de una población que se siente engañada tras la tragedia del avión abre la grieta en la República Islámica. ¿Conseguirá esa contestación en la calle poner en apuros al régimen? "Es un momento crítico porque se juntan fuerzas poderosas y, diríamos, emocionales que apelan a sentimientos muy fuertes. El ataque estadounidense contra Suleiman es un ataque contra una símbolo nacional, una afrenta al país. Y, al tiempo, se critican las políticas del régimen", explica Haizam Amirah Fernández, investigador del Real Instituto Elcano.
¿Cómo es el movimiento opositor?
- Los manifestantes son, en su mayoría, estudiantes universitarios (esto, pese al control que se ejerce en los campus) y clase media.
- No hay liderazgos visibles. Los líderes opositores han sido encarcelados o se encuentran en arresto domiciliario (casí una década llevan Husain Musavi o Mehdi Karrubi).
Pero otras voces con repercusión internacional han alzado la voz ante la fuerte represión de las últimas protestas y detenciones por parte de las fuerzas de seguridad. Una de las actrices más famosas del país persa, Taraneh Alidoosti, ha denunciado en sus redes sociales: "No somos ciudadanos, somos prisioneros".
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de Taraneh Alidoosti (@taraneh_alidoosti) el 14 Ene, 2020 a las 7:07 PST
- El próximo febrero se celebran elecciones legislativas en Irán y numerosos candidatos han sido vetados por el Consejo Guardián iraní ("miles", según el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo). En los comicios parlamentarias de 2016, casi la mitad de aspirantes fueron rechazados.
- El Consejo de Guardianes puede vetar, además, cualquier legislación aprobada por el Parlamento si considera que es contraria a la ley islámica o la Constitución. El líder supremo, el ayatolá Jamenei, tiene grandes poderes (controla el Ejército y las relaciones exteriores) que limitan los del Parlamento y el presidente, el moderado Hasan Rohani.
Causas de la contestación popular
"Un vídeo grabado con un móvil (el que muestra que el avión ucraniano fue derribado con un misil) ha puesto al régimen contra las cuerdas", afirma el investigador Haizam Amirah. Pero la indignación se enmarca en un descontento más profundo. Entre sus causas, explica el experto: la situación económica, el encarecimiento del nivel de vida y de ciertos productos para una parte de la población (frente a la ostentación de otra); el elevado gasto en política exterior y las contradicciones de un régimen que utiliza la represión y la desinformación.
"Un vídeo grabado con un móvil ha puesto al régimen iraní contra las cuerdas", explica el experto Haizam Hamirah
Esto, en un contexto de sanciones internacionales y la disminución de las exportaciones de petróleo de Irán. El pasado noviembre, la subida de la gasolina desencadenó otras fuertes protestas que, según Amnistía Internacional, dejaron más de 300 manifestantes muertos y miles de detenidos.
La partida es compleja y se juega en múltiples tableros (Estados Unidos, Rusia, Unión Europea, Arabia Saudí...). En el ámbito internacional, según explica el investigador Haizam Amirah, "el cálculo de Teherán depende mucho de si el presidente estadounidense Donald Trump es reelegido o si sale un candidato demócrata que tome distancia de la actual política de presión máxima de Washington".