Médicos Sin Fronteras abandona la maternidad de Kabul tras el atentado que mató a 25 personas


El ataque pasó desapercibido por el coronavirus y aún no se sabe qué grupo terrorista lo cometió
Murieron 16 madres, 5 de ellas mientras daban a luz
El trabajo de MSF era vita: asistieron 16.000 partos en un año en una región donde mueren muchas mujeres a da a luz
Fue un atentado brutal, de una crueldad extrema, que sembró de muerte una maternidad. Pero paso desapercibido para casi todo, pendiente de la evolución del coronavirus.
Ahora, Médicos Sin Fronteras anuncia que tiene que abandonar el lugar, la maternidad de Daste Barchi, en Kabul, Afganistán. El ataque del 12 de mayo arrebató la vida a 16 madres, a 5 de ellas mientras daban a luz. También fueron asesinados dos niños y otras siete personas, incluida una matrona.
Con el cierre de la maternidad, el atentado se cobrará más víctimas. Aquí, los profesionales de la ONG han atendido 16.000 partos sólo en 2019, en un país donde mueren 638 de cada 100.000 madres al dar a luz.
Fue un ataque deliberado, dirigido contra sanitarios, madres y bebés. Aún se desconoce qué grupo está detrás del atentado, pero Médicos Sin Fronteras cree probable que se haya otros similares en el futuro.
La organización expresa así su desconcierto en un comunicado: "Un mes después, seguimos teniendo muy poca información sobre el brutal ataque: su autoría no ha sido reivindicada, las autoridades afganas culparon a los talibanes, o al Emirato Islámico de Afganistán, al tiempo que estos lo desmintieron y condenaron la acusación, mientras que representantes de Gobiernos extranjeros señalaron públicamente a los grupos radicales como los perpetradores; concretamente al Estado Islámico del gran Jorasán".

Médicos Sin Fronteras no era ajeno a la conflictividad de la zona ni al hostigamiento que sufre la población hazara, pero era difícil imaginar que una maternidad pudiera convertirse en un objetivo terrorista.
"Permanecer en Dashte Barchi significaría aceptar la pérdida de vidas humanas como un elemento más de nuestra actividad. Y esto es inconcebible para nosotros”, explican, para justificar lo que califican como "una decisión muy dolorosa".
Más de 70 empleados y pacientes de MSF en Afganistán han sido asesinados en los últimos 17 años. Esto incluye el asesinato de cinco empleados en la provincia de Badghis en 2004 y la destrucción del hospital de MSF en Kunduz por la fuerza aérea estadounidense en octubre de 2015, cuando 42 personas murieron bajo las bombas.