Las lágrimas de Siria, la guerra de la década


El conflicto se ha cebado con el sufrimiento de la población
Su recorrido por la última década ha dejado a Siria sin oxígeno. Arrasada. Mutilada. Convertida, año tras año, en una de las noticias más dolorosas. En 2010, la primavera árabe despertó la esperanza de cambios democráticos. En ese país, las protestas contra el presidente Bachar el Asad estallaron en marzo de 2011. Las manifestaciones fueron duramente reprimidas por el régimen. La oposición comenzó a armarse y estalló el conflicto entre grupos rebeldes y fuerzas leales al gobierno.
El caos fue aprovechado por grupos yihadistas. El Estado Islámico lanzó su propia guerra del terror e instauró un califato en una parte del territorio. Y las potencias internacionales entraron en escena en el complejo tablero sirio.
La población cada vez estaba más acorralada por los distintos frentes. El régimen sirio fue acusado de utilizar armas químicas contra los civiles.
La coalición internacional, liderada por Estados Unidos, lanzó una ofensiva contra el Estado Islámico; también contra el régimen de Bachar el Asad. En la supervivencia de este último, ha sido clave el apoyo de Rusia e Irán.
El sufrimiento de la población civil
Este en un conflicto que se ha cebado con la población civil.
- Con más de 500.000 muertos, según el Observatorio Civil de Derechos Humanos.
- 6,6 millones de desplazados y 5,6 millones de refugiados, según ACNUR.
En 2019, milicias kurdo-árabes han anunciado la caída del califato islámico. El 27 de octubre el presidente estadounidense, Donald Trump, informó de la muerte del líder de la organización yihadista, Abubaker Al Bagdadi, en un ataque militar. "Ha muerto como un perro, como un cobarde", dijo.
Días antes, Turquía había lanzado una operación contra la población kurda en territorio sirio. La población sigue sufriendo en un país herido de muerte.