Sri Lanka ordena disparar para frenar los disturbios que provocaron la dimisión del primer ministro

Mahinda Rajapaksa renunció a su cargo de primer ministro el lunes
Ahora los manifestantes piden la dimisión del presidente del país, que es hermano del dimitido primer ministro
Sri Lanka se enfrenta a su peor crisis económica desde la independencia de Reino Unido
El ex primer ministro de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, ha sido trasladado este miércoles a la base naval de Trincomalee por motivos de seguridad en plena ola de protestas y disturbios antigubernamentales. Dimitió de su cargo el lunes. Fue evacuado el martes después de que miles de manifestantes forzaran una de las puertas de su complejo residencial para intentar asaltarlo.
Las autoridades del país han extendido el toque de queda y ordenado a las tropas que disparen contra cualquiera que dañe la propiedad pública tras los violentos enfrentamientos que se han sucedido en los último días, informa Reuters. Ahora los manifestantes piden la renuncia del presidente Gotabaya Rajapaksa, hermano del dimitido primer ministro.
"El ex primer ministro contará con la seguridad adecuada y será trasladado a un lugar preferente cuando la situación se normalice", ha explicado el ministro de Defensa, Kamal Gunaratne, durante una rueda de prensa, según el diario Daily Mirror.
Rajapaksa presentó el 9 de mayo su dimisión en una carta enviada al presidente del país, Gotabaya Rajapaksa, su hermano menor, tras un violento enfrentamiento entre partidarios y detractores del Gobierno en Colombo.
En su carta, el político alegaba la necesidad de allanar el camino para la formación de un Gobierno interino formado por todos los partidos para lograr así destensar la situación.
El lunes, partidarios del actual Gobierno arremetieron contra sus oponentes concentrados frente a la residencia del primer ministro, unos disturbios que han hecho saltar las alarmas. En total, ocho personas han muerto, entre ellos un diputado, y más de 240 han resultado heridas desde el inicio de las protestas.
Sri Lanka, una isla con unos 22 millones de habitantes, se enfrenta a una grave crisis económica -la peor desde la independencia de Reino Unido en 1948- y a la escasez de combustibles fósiles, alimentos y medicamentos.
Manifestantes y líderes religiosos del país culpan al ex primer ministro de incitar a los partidarios del clan familiar a atacar a a los manifestantes antigubernamentales.
Durante semanas, se han producido protestas en el país que denuncian la incapacidad de las autoridades para hacer frente a la profunda crisis económica y la escasez de alimentos, combustible o medicinas.