La supuesta relación entre la victoria de Biden y la muerte del principal científico nuclear iraní


El asesinato del científico podría evitar que Biden reanude la diplomacia con Teherán
Israel podría estar detrás del asesinato de Fakhrizadeh, al que consideraba su enemigo nacional número uno
"La razón para asesinar a Mohsen Fakhrizadeh no era frenar el potencial de guerra de Irán, sino impedir la diplomacia", escribió Mark Fitzpatrick, un exfuncionario del Departamento de Estado estadounidense, en Twitter. O lo que es lo mismo: un crimen perpetrado para evitar que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, reanude las negociaciones con el régimen de Teherán para reestablecer el Acuerdo Nuclear, según el diario The New York Times.
Los funcionarios de inteligencia señalan a Israel por el asesinato del científico iraní. Consideran que la operación lleva el sello del Mossad, la agencia de espionaje del país. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó al iraní asesinado como "el enemigo nacional número uno", capaz de construir un arma que podría amenazar a un país de ocho millones de personas con una sola explosión.
"No debe haber un retorno al acuerdo nuclear anterior", declaró Netanyahu poco después de que Biden dejara claras sus intenciones si se convertía en el próximo presidente de Estados Unidos: eliminar las sanciones relacionadas con las armas nucleares que Donald Trump impuso en los últimos dos años, a cambio de que Irán regresara a los límites nucleares del acuerdo de 2015.
Trump ordenó asesinar a Soleimani
¿Cuál va a ser la reacción de Irán? La respuesta la sabremos en las próximas semanas. Este asesinato es el tercer ataque que recibe este país en un año. A finales de diciembre el ahora presidente saliente de Estados Unidos ordenó el ataque que acabó con la vida del poderoso general iraní Qassim Soleimani con "un disparo de precisión de un dron", según reveló The New York Times. Trump supervisó el ataque desde su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.
A principios de julio, se produjo la misteriosa explosión en un centro de investigación y desarrollo de centrifugadoras en Natanz , a unos cientos de metros del centro subterráneo de producción de combustible que Estados Unidos e Israel atacaron hace más de una década con un arma cibernética sofisticada.
Y ahora el asesinato de Fakhrizadeh, el científico abatido a tiros en su coche en una calle de Teherán. Si los iraníes toman represalias, tal y como han amenazado, y le dan a Trump un pretexto para lanzar un contraataque antes de dejar el cargo en enero, Biden heredará problemas más grandes que solo la destrucción de un documento diplomático de hace cinco años.