Tokio: ¿la pesadilla de los Juegos Olímpicos en tiempos de pandemia?


Las encuestas reflejan la caída del entusiasmo de sus habitantes y el temor por los rebrotes
Era una fecha para la historia olímpica pero el día pasó sin pena ni gloria. No hubo inauguración de los Juegos el 24 de julio. Tokio 2020 tardará otro año en despertar. El coronavirus lo ha cambiado todo; pero, ¿puede convertir el sueño de albergar unos Juegos Olímpicos en una pesadilla?
La pandemia ha transformado el fervor olímpico en incertidumbre y desánimo al tiempo que los casos de Covid-19 resurgen en Japón. Las ultimas encuestas reflejan la caída del entusiasmo de sus habitantes en la acogida gran evento deportivo cuyo inicio se ha postpuesto 12 meses (se celebrará del 23 de julio al 8 de agosto de 2021). La capital japonesa ya acogió unos Juegos Olímpicos en 1964.
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¿Cómo serán los Juegos? El desarrollo de una vacuna o un tratamiento contra la Covid-19 tendrán la clave, ha dicho el presidente del comité organizador, Yoshiro Mori, a la cadena NHK. "Si las cosas continúan como están ahora, no podríamos celebrarlos", ha lamentado. Aunque ha insistido en que ese escenario era hipotético: "No puedo imaginar que una situación como esta continuará otro año más".
La competición decidió postponerse el pasado marzo, cuando el coronavirus se extendió por el mundo. Pero, según una encuesta publicada por Kyodo News esta semana, solo uno de cada cuatro japoneses está a favor de que los Juegos se celebren el próximo año. La mayoría respaldará más aplazamientos o, incluso, una cancelación porque cree que la pandemia no podrá ser contenida a tiempo.
¿Cómo serían unos Juegos sin la pandemia totalmente controlada? Se han estudiado opciones, como limitar la asistencia de público o la celebración del evento a puerta cerrada. Pero, según el presidente del comité organizador, reducir el número de espectadores sería difícil y celebrar la competición sin seguidores no es, por el momento, una opción.
Nuevos costes e incertidumbres
Existen dudas persistentes sobre si el retraso de 12 meses será suficiente para tener la situación sanitaria bajo control. Además, el aplazamiento ha presentado a los organizadores desafíos y preguntas sin precedentes -y para las que todavía no hay respuesta- sobre los costes, el patrocinio y la seguridad.
Pero hay un concepto que se ha generalizado entre los organizadores: la simplificación. Lo expresaba así el jefe del comité: "Los Juegos Olímpicos solían llevarse a cabo en un extravagante y gran esplendor. Pero, frente a la Covid-19, ¿se aceptarían ese tipo de Juegos?".
Son nuestras diferencias las que nos dan fuerza. Juntos somos más fuertes. #StrongerTogether #1YearToGo @Tokyo2020 pic.twitter.com/1IiMOS2IbL
— Los Juegos Olímpicos (@juegosolimpicos) 23 de julio de 2020
En un contexto de crisis económica, con la economía mundial enfrentada a la peor recesión desde la Gran Depresión, es necesario reajustar los planteamientos. "Estamos buscando, junto con nuestros socios y amigos japoneses, formas de simplificar la organización de los Juegos, ver cómo podemos reducir su complejidad y ahorrar costes", explicaba Thomas Bach, jefe del Comité Olímpico Internacional, a AFP en una entrevista el mes pasado.
Según el último presupuesto, el gran evento deportivo costaría 12.600 millones de dólares, compartidos entre el comité de organización, el Gobierno del país y la ciudad de Tokio. Pero el retraso incrementará los gastos: hay que volver a reservar sedes y transporte o retener al personal del comité durante un año más. El COI ya ha destinado 800 millones de dólares para ayudar a organizadores y federaciones deportivas con esos costes adicionales, según informa AFP.
Tokio 2020 afirma que ha asegurado el 100% de las sedes. Deberá pagar a las organizaciones que ya las habían reservado para 2021. En la aldea olímpica, muchos alojamientos ya habían sido vendidos como apartamentos de lujo junto a la bahía.
El patrocinio puede convertirse en otro quebradero de cabeza. Una encuesta publicada el mes pasado por la cadena NHK mostraba que el 65% de los patrocinadores no habían decidido si extenderán su respaldo financiero otro año más.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, afirma que la máxima prioridad es que los Juegos se celebren de manera segura. La gobernadora de Tokio coincide: hará, dice, "un esfuerzo del 120%" para intentarlo. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, asegura que un segundo aplazamiento no sería posible y que, de no celebrarse en 2021, los Juegos serían cancelados.