La atleta olímpica bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya obtiene el visado polaco


Las autoridades de su país la obligaban a regresar por la fuerza tras criticar a los entrenadores
La atleta bielorrusa Krystina Tsimanovskaya, de 24 años, tiene miedo de regresar a su país y ha solicitado un asilo en Polonia que ya le ha sido concedido. "Haremos todo lo necesario para seguir ayudándola en su carrera como atleta", ha manifestado el vicemininstro de Exteriores polaco, Marcin Przydacz, en su cuenta de Twitter.
Ella se había negado a subir a un avión de vuelta a casa después de que las autoridades de su país la obligaran a abandonar los Juegos Olímpicos de Tokio. Fue tras sus críticas a los entrenadores y al comité olímpico dirigido por el hijo del presidente del país Aleksandr Lukashenko.
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La corredora de 200 metros ha denunciado que fue llevada al aeropuerto por la fuerza y ha expresado el temor por su seguridad si vuelve a Bielorrusia. "Pido ayuda al Comité Olímpico Internacional. Están tratando de sacarme del país sin mi permiso y le estoy pidiendo al COI que se involucre", afirmó en un vídeo. La última noche la ha pasado len un hotel con protección de la policía japonesa y el Comité Olímpico Internacional aseguró que estaba "a salvo".
Las autoridades de Bielorrusia, por su parte, responde que sacaron a la atleta del equipo por "su estado emocional y psicológico". La oposición ha acusado al Gobierno de tratar de secuestrarla y obligarla a volver al país.
Este lunes ella ha sido fotografiada entrando a la embajada de Polonia en Tokio, según la BBC. Un funcionario del Ministerio de Exteriores polaco ha asegurado que "se le ha ofrecido una visa humanitaria". También hay informaciones de que el marido de la atleta habría salido de Bielorrusia hacia Ucrania, según la cadena británica.

Las fuerzas de seguridad del país han llevado a cabo una fuerte represión contra la disidencia. Algunos de los que se sumaron a las protestas contra el presidente eran deportistas contra los que posteriormente se tomaron represalias (les retiraron fondos, excluyeron de los equipos e incluso a algunos les arrestaron).
Tanto el dirigente del comité olímpico Viktor Lukashenko, como su padre, el mandatario Aleksandr Lukashenko, fueron sancionados en diciembre por el COI. Se les prohibió asistir a Tokio 2020 durante una investigación sobre las denuncias de discriminación política contra los atletas.
El mandatario Lukashenko está acusado de manipular las últimas elecciones presidenciales y de emplear tácticas autoritarias para silenciar a los críticos.