China espera tener "relaciones amistosas" con los talibanes y mantiene su embajada abierta en Kabul

Pekín "respeta el derecho del pueblo afgano a decidir su propio destino", ha afirmado Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Exteriores
El gigante asiático comparte una frontera de 76 kilómetros con Afganistán y, además, busca proteger los proyectos de la Nueva Ruta de la Seda
Un día después de que los talibanes tomaran Kabul, China ha aclarado que su embajada en Afganistán sigue operando como de costumbre y que su objetivo, además, es mantener "relaciones amistosas" con los insurgentes, según ha afirmado este jueves la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying.
El gigante asiático "respeta el derecho del pueblo afgano a decidir su propio destino y futuro y desea seguir manteniendo relaciones amistosas y de cooperación con Afganistán", ha señalado Hua, que hizo referencia a la "esperanza de desarrollar buenas relaciones" de los talibanes.
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Los dos países comparten unos 76 kilómetros de frontera en la región noroccidental de Xinjiang, zona mayoritariamente de etnia uigur donde en las últimas décadas se han registrado ataques de distinta índole, incluidos atentados terroristas.
En esa medida, la portavoz confía en "una transición pacífica". "China espera que los talibanes respeten sus promesas de establecer, mediante negociaciones, un gobierno islámico abierto e inclusivo. Esperamos una transición pacífica y que termine la violencia y el terrorismo", ha explicado.
"Esta guerra lleva ya más de 40 años. Pararla y conseguir la paz es a lo que aspiran los afganos, los países de la región y la comunidad internacional", dijo Hua.
Además de la frontera compartida, Pekín quiere proteger los proyectos de inversiones de las Nueva Ruta de la Seda, con los que pretende maximizar su influencia en diferentes puntos del mundo, entre ellos Asia Central.