Cientos de miles de bielorrusos toman las calles de Minsk mientras Lukashenko se niega a dimitir

La manifestación de este domingo ha sido la más multitudinaria desde la desintegración de la URSS
A pesar de la presión interna y externa, Lukashenko defiende su victoria electoral y se niega a dimitir
El Kremlin asegura que Rusia está preparada para enviar ayuda militar si fuera necesario
Decenas de miles de simpatizantes de la oposición bielorrusa se han reunido este domingo en Minsk, para participar en la manifestación más multitudinaria de la historia reciente del país. Casi al mismo tiempo, el presidente del país, Alexander Lukashenko pronunciaba un discurso desafiante en el que se mantenía firme y rechazaba cualquier presión para dimitir de su cargo.
Las protestas han recorrido las calles del centro de la ciudad hasta la céntrica Plaza de la Independencia. Cerca de 100.000 manifestantes han tomado la ciudad en una manifestación sin precedentes desde la caída del muro y la desintegración de la Unión Soviética.
La prensa local independiente califica ya la marcha como "la mayor en la historia de Bielorrusia desde su independencia". Los manifestantes marchaban luciendo el símbolo de la victoria y portando globos y flores hacia la plaza que se ha convertido en el epicentro de las protestas pacíficas de los últimos días.
"Estamos haciendo historia", aseguraba Yekaterina Gorbina, una directora de contenido de 26 años. "Se ha derramado sangre y el pueblo nunca lo olvidará", añadía.
Darya Kukhta, 39 años y madre de seis hijos, también celebraba las marchas pacíficas: "Creemos que esto es el comienzo de una nueva Bielorrusia. Estoy muy contenta de poder verlo con mis propios ojos".
Los manifestantes portaban pancartas con eslóganes como "No puedes lavar la sangre" o "Lukashenko debe responder por los torturados y los muertos". La popular candidata de la oposición, Svetlana Tijanovskaya, había hecho un llamamiento a la manifestación este fin de semana tras abandonar el país para refugiarse en la vecina Lituania inmediatamente después de las elecciones, en las que se impuso Lukashenko con un 80" de los sufragios, por miedo a represalias.
Otras grandes ciudades de la república exsoviética, con una población de 9 millones de habitantes, también han vivido manifestaciones similares. Cada vez son más los bielorrusos que salen a la calle para condenar la cuestionada victoria de Lukashenko y la violenta represión que se produjo en los días posteriores a manos de la policía antidisturbios.
"Defended vuestro país"
Lukashenko, que ha gobernado el país exsoviético durante 26 años, se enfrenta a un desafío a su autoridad sin precedentes. La aliada en la oposición de Tijanovskaya, María Koleniskova, se dirigía a los manifestantes en un discurso en el que reclamaba que "El presidente debe dimitir".
El mandatario de 65 años encabezó un extraño mitin de campaña en la Plaza de la Independencia horas antes de la convocatoria de la oposición. Allí él también hizo una llamada a sus seguidores. "Os pido que me defendáis... pero por primera vez en un cuarto de siglo, os pido que defendáis a vuestro país y su independencia".
La policía controlada por el estado cifraba la asistencia en torno a 65.000 personas, pero los cálculos del corresponsal de la agencia AFP rebajaba la cifra a unos 10.000 asistentes. Desde el podio, en mangas de camisa, Lukashenko defendía la legitimidad de su victoria electoral: "Las elecciones fueron válidas. No se puede falsificar más de un 80" de los votos", aseguraba durante su acalorado discurso. "¡No vamos a entregar el país!".
El Kremlin, "listo" para enviar ayuda
Con una presión cada vez mayor desde la calle y desde el exterior -la Unión Europea ha amenazado con imponer nuevas sanciones- Lukashenko ha pedido ayuda a Rusia.
Moscú ha asegurado este domingo que está listo para enviar ayuda militar si fuese necesario. El Kremlin asegura que en una conferencia con Lukashenko, el presidente Vladimir Putin ha expresado la disposición de Rusia "para proporcionar la ayuda que necesite" en caso de que se produzca una amenaza militar externa.