Aviones en tierra: la caída de las aerolíneas por el coronavirus

Roma nacionalizó Alitalia y Bélgica prepara la nacionalización de Brussels Airlines
Un simple vistazo a cualquier aplicación de seguimiento de vuelos muestra que los cielos europeos están despejados. El tráfico aéreo en el continente está entre el 10% y el 20% de lo habitual para esta época y gran parte de esos vuelos son de repatriación de turistas varados en el extranjero o vuelos de carga. Las pistas de los aeropuertos empiezan a parecer gigantes aparcamientos de aviones. Las aerolíneas están prácticamente paradas y la mayoría de sus aviones en tierra.
La situación es crítica para la mayoría, que juega con márgenes muy estrechos. La IATA, la organización que engloba a la mayoría de las compañías aéreas mundiales, ya hizo públicos dos comunicados cifrando las pérdidas que pueden sufrir sus asociadas en esta crisis. En su último informe, del 31 de marzo, la IATA asegura que las aerolíneas pueden perder en el segundo trimestre del año 35.600 millones de euros. Ese cálculo se basa en el supuesto de que las restricciones actuales duren tres meses.
Las compañías, según la IATA, esperan perder un 68% de sus ingresos, tres puntos menos que en su primer análisis gracias a que siguen operando una parte de los vuelos de carga. A cambio están ahorrando una parte de su gasto estimado por la caída del precio del petróleo. Su problema principal son los gastos fijos, que suponen casi la mitad de sus gastos totales.
Nacionalizaciones
La respuesta de los gobiernos puede ser similar a la que tuvieron en 2008 con los bancos: su entrada en el capital, en parte o nacionalizando totalmente las aerolíneas. Después de años de intentarlo y no poder ante la negativa de la Comisión Europea, Italia ya nacionalizó Alitalia.
Roma inyectó de urgencia 500 millones de euros en Alitalia y planea reestructurarla para hacerla mucho más pequeña. La compañía, según 'Corriere della Sera', quedaría con unos 30 aviones y no más de 7.000 empleados, lo que supondría un recorte de un tercio de su plantilla. La empresa tiene ahora mismo 113 aparatos, de los cuales 72 son alquilados y puede devolverlos a finales de año si no renueva los contratos.
Singapur metió 13.700 millones de euros en Singapore Airlines y Australia inyectó de urgencia casi 1.000 millones de euros en Qantas. Virgin Atlantic y Easyjet pidieron al Gobierno británico más de 8.000 millones de euros y las aerolíneas estadounidenses piden a Washington otros 45.000 millones.
¿Bancos al rescate de aerolíneas?
La siguiente en la lista parece ser Brussels Airlines, la antigua Sabena belga ahora integrada en el Grupo Lufthansa. El Gobierno belga estudia ya la nacionalización y para eso puso en marcha un grupo expertos, que en pocos días deben preparar un plan. La empresa, propiedad al 100% de Lufthansa, estaría en quiebra técnica y necesita entre 200 y 300 millones a corto plazo para no cerrar la puerta. Brussels Airlines, primera compañía europea en vuelos a África y clave para el mercado belga, tiene 45 aparatos.
La prensa belga explica que el rescate de Brussels Airlines se explica también porque su actividad genera miles de empleos indirectos y de ella dependen compañías punteras como Sabena Aerospace. Sin ella, el aeropuerto de Bruselas, el primero del país, perdería el 40% de su tráfico aéreo en tiempos normales. La primera pista que se estudia es que el Banco Belfius, rescatado por el Estado belga tras la crisis financiera de 2008 y todavía público, se haga cargo de la compañía.