Dimite el principal asesor científico de la Comisión Europea en plena crisis Covid-19


El italo-estadounidense Mauro Ferrari acusa a la UE de falta de coordinación
El director del European Research Council (ERC), una especie de consejo asesor científico de la Comisión Europea, dimitió anoche tras publicar un durísimo comunicado en el que carga sin contemplaciones contra los modos del Ejecutivo europeo y contra la falta de coordinación de los gobiernos europeos ante la pandemia del coronavirus. Ferrari llega a decir que llegó siendo europeísta y ahora perdió “la fe en el sistema”.
Su texto es demoledor: “Estoy extremadamente decepcionada por la respuesta europea al Covid-19”. Su comunicado, enviado anoche al diario ‘Financial Times’, asegura que el ERC, un organismo que sirve a la vez como asesoría científica de la Comisión Europea y como institución que financia investigación puntera y que tiene 2.000 millones de euros de presupuesto anual, no ha podido hacer más contra el coronavirus porque tenía las manos atadas. El ERC es una de las instituciones de apoyo a la investigación puntera más prestigiosas del mundo.
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Falta de coordinación entre los Estados miembros
Ferrari, binacional italiano y estadounidense que ha desarrollado la mayoría de su carrera en Estados Unidos y es experto en nanotecnología aplicada a la lucha contra el cáncer, asegura en su carta de dimisión que entre los gobiernos de la UE hay “una ausencia total de coordinación de las políticas de salud” y señala por ejemplo “los cierres fronterizos unilaterales”, que tanto el ERC como la Organización Mundial de la Salud habían criticado por ser inútiles para contener la pandemia cuando ya está instalada en un país.
El ERC rechazó su plan
La gran decepción de Ferrari, según su comunicado, se debe a que pretendió activar un programa europeo para investigar el coronavirus pero el consejo del ERC, donde están representados los 27 Estados miembros, se lo rechazó. Dice en su carta que “en un momento así, los mejores científicos del mundo deben tener los recursos y oportunidades para luchar contra la pandemia, como nuevas herramientas de diagnóstico, nuevos enfoques basados en ciencia que reemplacen a las a menudo improvisadas intuiciones de los líderes políticos”.
Sus choques con la Comisión habían empezado a principios de marzo “cuando empezaba a ser evidente que la pandemia iba a ser una tragedia de proporciones sin precedente”.
Ferrari se saltó al consejo científico del ERC y fue directamente a la presidenta de la Comisión Europea Úrsula Von der Leyen. Asegura en su carta que eso provocó “una tormenta política interna” en el Ejecutivo europeo y que su plan, hasta que llegó a la mesa de Von Der Leyen, fue diluido. Dice que toda la motivación que tenía cuando empezó como director del ERC en enero pasado “fue aplastada por una realidad muy diferente durante estos breves meses”. Llega a decir: “He perdido la fe en el sistema”.
¿Se equivocó de herramienta?
El ERC sólo se dedica a financiar investigaciones ya en curso y siempre que sean de primer nivel. No hace investigación directamente. No hace lo que pedía Ferrari, que pretendía que el ERC lanzara su propio programa de investigación sobre el coronavirus, algo para lo que no tiene ni personal pues es más una estructura de asesoría científica y de financiación de proyectos.
Ferrari debía mirar al programa Horizon 2020. Este sí puso en marcha en febrero un concurso para adjudicar de forma urgente 170 millones de euros. A principios de marzo ya los había desembolsado a los 10 laboratorios europeos que por esa fecha estaban más avanzados en sus investigaciones sobre medicamentos para los enfermos y en la búsqueda de una vacuna.
El ERC no organiza sus propios proyectos, financia proyectos externos. Científicos conocedores del funcionamiento del ERC y del programa Horizon 2020 se mostraban perplejos anoche por la dimisión de Ferrari. Creen que intentó organizar desde el ERC algo para lo que esa institución no tenía competencias.
Según el FT, Ferrari regresa a Estados Unidos para crear un laboratorio de investigación propio.