España se ofrece para acoger la Cumbre del Clima a la que Chile renuncia por las protestas

Es la segunda vez que este evento de Naciones Unidas cambia forzosamente de emplazamiento
Las organizaciones ecologistas españolas aplauden la oferta de Sánchez
España se ha ofrecido para acoger la Cumbre sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, la llamada COP25, después de que Chile haya renunciado a celebrarla "por la crisis política y social que azota el país", y que ha provocado una interminable sucesión de disturbios por las calles de Santiago. El propio Pedro Sánchez se puso en contacto con su homólogo chileno Sebastián Piñera, para ofrecer la ayuda que fuera necesaria o, llegado el caso, albergar la cita.
Fuentes del Gobierno han informado que la decisión definitiva deberá ser analizada por Naciones Unidas la próxima semana en Bonn (Alemania). Pero la ministra de Medio Ambiente chilena, Carolina Schmidt, ya ha trasladado la propuesta española, por lo que se da prácticamente por hecha.
Piñera anunció la renuncia diciendo que había sido "una decisión muy difícil, que nos causa mucho dolor", pero que la decisión la había adoptado "en un sabio principio de sentido común". Sánchez se ha solidarizado con él, y dice entender "la prioridad otorgada por su Ejecutivo a la agenda social nacional".
La cumbre se celebra entre el 2 y el 13 de diciembre, y se calcula que pueden asistir una s 25.000 personas. El ejecutivo español admite que el plazo de organización es breve, pero enfatiza "la importancia de garantizar que la COP25 se celebre con normalidad" y de facilitar a Chile y a la región Iberoamericana la posibilidad de "capitalizar su compromiso con el multilateralismo y el inmenso esfuerzo que ha venido realizando desde el inicio de la preparación".
Los ecologistas aplauden la oferta de Sánchez
Organizaciones ecologistas han celebrado la oferta del Gobierno español. "No podemos permitirnos que se retrase una situación de emergencia climática", ha señalado el director Ejecutivo de Greenpeace España, Mario Rodríguez, quien ha destacado que de momento "no queda claro" si lo que ha ofrecido Pedro Sánchez "es sólo el espacio físico".
Para Greenpeace, es "positivo" que el presidente del Gobierno en funciones haya ofrecido Madrid para acoger la Cumbre del Clima, aunque ha matizado que espera que cuando se celebre haya Gobierno en activo. "La Cumbre del Clima exige al país que acoge un espacio de liderazgo. Esperemos que haya Gobierno en activo cuando se celebre", ha precisado.
El responsable de Cambio Climático de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, ha añadido que la viabilidad de la sede la tiene que determinar las Naciones Unidas y que "en principio se exigen unos cinco meses de preparación" para albergar el evento.
Sin embargo, ha explicado que se han dado unas "circunstancias excepcionales" y que hay "mucha incertidumbre", por lo que Naciones Unidas "tendrá que decidir" al ser el órgano competente. "Si hay consenso no habrá problema", ha precisado.
También el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, considera que el ofrecimiento es una "noticia muy importante". "Creo que el Gobierno ha tenido reflejos, es una gran oportunidad para que no se paralice el proceso", ha indicado a Europa Press del Olmo.
La directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha celebrado esta propuesta tras anunciar Chile su cancelación: "Lo más importante es que esta Cumbre siga su agenda, significa mucho desde el punto de vista social".
En este sentido, ve positivo que se celebrase en Madrid, al ser España uno de los países europeos que más se verán afectados por el cambio climático. "Como organización ecologista no puedo más que saludar gratamente que una Cumbre de estas características se pueda llegar a celebrar en Madrid", opina, pues la capital española "perfectamente podría celebrar este encuentro internacional", ha dicho.
La cumbre errante
Será la segunda vez que esta cumbre cambie de emplazamiento. Inicialmente fue Brasil el país que asumió la presidencia y la organización de la COP25. Pero con la llegada de Jair Bolsonaro al Gobierno, la oferta decayó. Así fue como Chile pudo optar a albergar un evento internacional al que ahora renuncia a causa de la convulsión interna que vive el pais.
Se da la circunstancia, además, de que no es la primera vez que Pedro Sánchez "se hace cargo" de un evento internacional comprometido por episodios violentos. En noviembre de 2018 ya dio el visto bueno a la disputa en el Santiago Bernabéu de la final de la Copa Libertadores de fútbol argentino. Los graves enfrentamientos entre las aficiones de Boca y River llevaron entonces a la búsqueda de un escenario neutral.