EEUU asesina en Irak a un poderoso general iraní por orden directa de Trump

Soleimani dirigía las operaciones internacionales del ejército iraní
El ayatolá Ali Jamenei ha prometido una dura venganza
EEUU recomienda la "evacuación inmediata" de todos los estadounidenses en Irak
Uno de los pesos pesados del Ejército iraní, el general Qassem Soleimani, ha muerto en un bombardeo estadounidense en las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad, en Irak. El ataque con drones ha alcanzado el convoy en el que viajaba el jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, considerada una organización terrorista por Estados Unidos. Soleimani, de 62 años, dirigía las operaciones internacionales del ejército y departía directamente con el líder iraní, Alí Jamenei.
El Pentágono ha reconocido que ha sido el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha dirigido el ataque. En un comunicado, el Pentágono asegura que Soleimani "estaba desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos estadounidenses en Irak y en toda la región" y que el ataque sirve "para proteger al personal estadounidense en el extranjero".
El objetivo del ataque era "disuadir futuros planes de ataque iraníes". El presidente Trump ha tuiteado poco después: ha colgado una bandera estadounidense sin texto alguno. EEUU recomienda por seguridad la "evacuación inmediata" de todos los estadounidenses en Irak. Otra consecuencia: el precio del barril de petróleo Brent, de referencia para Europa, se ha disparado tras el ataque. Ha subido más de un 4% y cotizaba por encima de los 69 dólares.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 3, 2020
El ayatolá Ali Jamenei ha prometido "venganza contra los criminales" y ha declarado tres días de luto nacional. El ataque agudiza aún más la crisis entre ambos países. La situación en Bagdad se ha agravado tras el asedio de manifestantes a la Embajada de Estados Unidos, que obligó a las fuerzas estadounidenses a emplear gases lacrimógenos para dispersar a la multitud que coreaba "Muerte a América".

Las protestas estaban motivadas por los bombardeos estadounidenses en Irak y Siria contra la milicia Kataib Hezbolá, a la que se acusa de estar detrás de la muerte de un ciudadano norteamericano la semana pasada. En el ataque habrían muerto al menos siete personas, cuatro de nacionalidad iraquí y tres de nacionalidad libanesa.