El Eurogrupo promete reducir la deuda sólo cuando se supere la crisis


La Comisión Europea propuso que no haya recortes hasta 2023
El Eurogrupo, reunido por videoconferencia este lunes, decidió apoyar la estrategia de la Comisión Europea de no pedir ajuste de gasto público ni reducciones de deuda hasta que se salga de la pandemia y de la crisis económica, hasta que se recupere el PIB pre-crisis, el de diciembre de 2019. No se pedirán ajustes –ni recortes de gasto público ni subidas de impuestos- hasta como mínimo principios de 2023 por lo que no habrá señales de los mismos hasta como muy temprano los borradores de presupuestos que deberán presentarse tras el verano de 2022.
Los gobiernos de los 19 países que comparten el euro aseguran que “hasta que la crisis sanitaria haya pasado y hasta que la recuperación esté claramente en marcha continuaremos protegiendo nuestras economías a través del despliegue del necesario nivel de apoyo fiscal. Una vez la recuperación esté firmemente en marcha, los Estados miembros de la Eurozona deberían hacer frente al aumento del nivel de deuda aplicando estrategias fiscales de medio plazo”. Esas políticas fiscales, acordaron los ministros, tendrán en cuenta la importancia de “aumentar los niveles de inversión y apoyar las transiciones ecológica y digital”.
Previsiones pesimistas
Las previsiones que maneja la Comisión Europea aseguran que la deuda pública de la Eurozona alcanzará este año el 100% del PIB y el déficit público el 6%, el doble de lo máximo permitido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, suspendido desde hace un año y que seguirá suspendido todo 2021 y todo 2022. El pacto, de cumplirse el plan, deberá reformarse primero (como piden varios gobiernos, entre ellos el francés) para después aplicarse “con flexibilidad”, explicó la Comisión Europea la semana pasada.
El presidente del Eurogrupo (y ministro de Finanzas de Irlanda) Paschal Donohoe, dio la pauta al declarar antes de la reunión que las economías europeas seguirán necesitando apoyo público para recuperar su nivel pre-crisis: “Los ministros de Finanzas del euro deberán seguir apoyando nuestras economías más allá de la emergencia. El riesgo y las consecuencias de recortar ese apoyo demasiado temprano son mayores que los riesgos de retirarlas demasiado tarde”.
At today's #Eurogroup, we will discuss how #COVID19 is impacting different sectors of our economy and what should be the right budgetary policy for the euro area in 2021 and in 2022. We will also look at our efforts to strengthen the role of the euro on the world stage. pic.twitter.com/VfSgGJSNKl
— Paschal Donohoe (@Paschald) March 15, 2021
Aunque los ministros entienden que la recuperación económica dependerá de la velocidad de la vacunación justo en el día en que la mayoría de los países de la Unión Europea anunciaron que dejan de suministrar la vacuna de la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca.
El comunicado final de la reunión asegura que las reformas que se van haciendo estos años, también las financiadas con los nuevos fondos europeos, deben servir “para incrementar el potencial de crecimiento a medio plazo”.
Este Eurogrupo fue el primero en el que se empezó a hablar de ayudas más selectivas. La idea es que de las ayudas generales (que suman el 8% del PIB de la Eurozona a fondo perdido y un 19% en medidas de liquidez), se pase a unas ayudas que se centren en sectores específicos. También que se empiece a analizar qué impacto real tienen esas ayudas, por ejemplo en sectores como el turístico o el industrial. Se trata de que no se sostenga indefinidamente con ayudas a empresas que de todas formas estén condenadas, gastando así fondos públicos de forma ineficiente.
Donohoe también indicó antes de la reunión que los gobiernos deben tener cuidado con tres factores: consecuencias de las ayudas al empleo, tensiones financieras y el impacto de las medidas sanitarias que podría haber que mantener a medio plazo. Donohoe cree que algunos sectores ya pueden empezar a crear empleo con fuerza pero que serán sectores diferentes a los de los años anteriores a la pandemia.