Éxodo masivo en tres meses de guerra: 14 millones de ucranianos han tenido que abandonar sus hogares


Más de 6,5 millones de ucranianos han abandonado el país, aunque algunos han comenzado a regresar
Hay ocho millones de desplazados internos por la invasión rusa
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La invasión rusa de Ucrania ha provocado el incremento más rápido de refugiados y desplazados desde la Segunda Guerra Mundial. Tres meses después del inicio de la invasión lanzada por Vladimir Putin el pasado 24 de febrero, más de 14 millones personas han tenido que huir de sus hogares. De ellas, más de 6,5 millones son refugiados; estos suponen el 15% de la población. El número de desplazados internos roza los ocho millones.
La mayoría de las personas que han salido del país escapando de la guerra son mujeres y niños, ya que los hombres de entre 18 y 60 años tienen prohibido hacerlo. Las autoridades han decretado que deben permanecer en Ucrania por si tienen que combatir. La ONU estima que a finales de año, el número de refugiados podrían aumentar hasta los 8,3 millones.
El mayor receptor es Polonia, con 3.506.000 personas, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Allí, 1,1 millones de ucranianos se han registrado para obtener un número de identificación nacional. Otros países destacados en la acogida de refugiados son: Rumanía, con 961.000; Hungría, 644.000; Moldavia, 471.000 o Eslovaquia, con 442.000. Rusia ha acogido a 920.000 y Bielorrusia a 27.000. Durante este tiempo, Kiev denunció que algunos civiles evacuados en corredores humanitarios eran llevados a Rusia a la fuerza.
Tres meses después del inicio de la guerra, el ritmo de personas que sale de Ucrania se ha ralentizado. Según la ONU, 1,8 millones de refugiados han regresado a su país. Algunas personas que huyeron de Kiev consideran que ahora la zona en torno a la capital es más segura.
Las ciudades de acogida intentan encontrar alojamiento y trabajo para esos refugiados que han huido de la devastación del conflicto. La ciudad polaca de Rzeszow está a 100 kilómetros de la frontera con Ucrania; de casi 200.000 habitantes, su población ha aumentado hasta en un 50%. Su alcalde, Konrad Fijolek, le explica a Reuters que la localidad necesitará nuevos colegios y viviendas para poder absorber a todos los refugiados.
A las afueras de esa ciudad, el propietario del Hotel Zacisze cuenta que pagó de su bolsillo para acoger a numerosas personas que escapaban de la guerra en el país vecino. Ahora le preocupa poder liberar las habitaciones para cumplir con las reservas que tenía previamente al inicio de la guerra.
Garantizar el acceso a una vivienda, empleo educación son algunos de los retos ante ese flujo de refugiados. También, el asesoramiento en salud mental ya que hay personas que huyen de zonas muy golpeadas por los ataques rusos y suelen llegar traumatizadas.
Svetlana Zvgorodniuk le cuenta a la agencia Reuters que escapó con su hija y su nieta de Leópolis, al oeste de Ucrania, a los tres días de iniciarse la invasión. "Entendemos que Polonia probablemente también esté pasando por un momento difícil debido a esto (...). Es difícil que el estado pueda proveer para tanta gente. Estamos muy agradecidos”, dice.
El Gobierno polaco afirma que ha destinado 297 millones de dólares a las comunidades locales para ayudar a sufragar los costos de alojamiento de los refugiados, aunque el alcalde de Rzeszow afirma que muchas familias le han dicho que aún no han recibido esa compensación a pesar de haber alojado refugiados durante los últimos meses. Entretanto, los ucranianos que han tenido que abandonar sus hogares luchan con la desesperanza de ver como el conflicto se alarga más de lo esperado.